Antes de llegar a las pistas más importantes del mundo y de lograr fundar su propio club de atletismo (Masai Athletics Club), Caster comenzó en la zona rural de Limpopo, en los caminos de Ga-Masehlong.
Con la narración de la propia protagonista, el film va contando sus comienzos y cómo, poco a poco, comenzó a batir récords y convertirse en una atleta destacada a nivel mundial.
Además de eso, el spot inspira con la historia personal de Caster, en la que el amor de su familia y la motivación a creer en ella misma, la llevaron a ser positiva y a conseguir todos sus sueños. "La positividad viene de donde vienes. Cómo te criaste, el amor que recibes de tu familia y su creencia en ti. Si la gente cree en ti, siempre serás positivo, serás un creyente", relata.
Semenya se identifica como una mujer y nunca ha discutido públicamente su historial médico, que incluye una afección que produce altos niveles de testosterona. Nunca se ha definido como intersexual, un término que, según la Intersex Society of North America, se refiere a una persona con una anatomía reproductiva o sexual que no se ajusta a las definiciones de hombre o mujer.
Desde que está en el ámbito público, ha sido protagonista de constante debates e, incluso, la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) sometió a revisión su caso, tras algunos cuestionamientos de parte del mundo del atletismo.
Todas estas cuestiones no derrumbaron su autoconfianza ni mucho menos sus sueños. No solo demostró que “es mujer y que corre rápido” (así sentenció ella en medio de estos cuestionamientos), sino que también cumplió su objetivo de impulsar y preparar a las próximas estrellas del running, ya que desde 2018 Caster, su esposa, Violet, y su amiga Koketso Mogapi, comenzaron el Masai Athletics Club, un espacio operado en Pretoria y Soweto.