No a la guerra, construyamos la paz
En virtud de los acontecimientos, adelantamos la Editorial que saldrá en la próxima edición de LatinSpots, que estará en circulación la semana entrante.
(20/03/03). Debido al conflicto armado entre Estados Unidos e Irak, adelantamos la Editorial del primer número del año 2003 de LatinSpots, que estará en circulación la próxima semana. Además invitamos a nuestros lectores a que nos envíen su opinión sobre el tema a: info@latinspots.com.
"No podíamos abrir este primer número de 2003 sin referirnos a un compromiso mayor que como empresa y como ciudadanos tenemos para con nosotros mismos y con la sociedad: el de contribuir a construir un mundo mejor y en paz. En estos momentos tan críticos, en el que la principal potencia militar y económica del planeta está por librar una guerra unilateral por el control del petróleo en Medio Oriente, es necesario que todos los ciudadanos expresemos nuestra opinión sobre el planeta en el que queremos vivir y contribuyamos a realizarlo.
En un mundo que ya sufre de hambre, pobreza, exclusión, contaminación y depredación de la naturaleza, es inconcebible, insensato e ilógico que en vez de utilizar los recursos existentes para combatir estos ya de por si gravísimos problemas -que son los que realmente generan inseguridad en el planeta-, haya gobernantes que, desoyendo a la mayoría de las naciones, de los pueblos y de los organismos internacionales como la ONU, se crean portadores de "la verdad" y "del bien" y contribuyan irracionalmente a la profundización de estos problemas, a aumentar la intolerancia y el odio.
La paz y la justicia son el único camino que permite la vida, la libertad y la seguridad de las personas. Y esto implica la coexistencia de una diversidad de culturas, religiones, sistemas políticos y formas de vida. Por lo tanto, si no tenemos la capacidad de tolerar lo diverso nos hallamos ante una realidad marcada por los conflictos, los choques, la violencia y la muerte. La guerra, cualquier guerra, pero en especial ésta que quiere iniciar el gobierno norteamericano, es ante todo un fracaso de la preservación y respeto por las reglas y leyes internacionales de convivencia en un mundo globalizado donde el entendimiento, el diálogo y la cooperación deben evitar la imposición por la violencia de "la razón" del más fuerte.
El 15 de febrero pasado comenzaron las manifestaciones masivas y públicas contra este intento de guerra. Millones de personas marcharon en todos los continentes a favor de la paz. El 15 de marzo tuvo lugar otra convocatoria, miles de opositores expresaron su repudio en Milán, Madrid, París, Londres, Washington, Santiago, Buenos Aires, México, San Pablo, Sidney, etc. Son esas mismas manifestaciones y la voz cada día más fuerte de la sociedad civil las que pueden ayudar a construir la paz.
En ese sentido, Toni Segarra, socio y director creativo ejecutivo de S,C,P,F…* en una entrevista con LatinSpots.com, advirtió: "hay un sentimiento de impotencia o rabia porque la mayoría de la población no quiere que haya guerra, pero los políticos siguen adelante hacia lo que no queremos. Como comunicador lo que me parece bueno es que se está creando una ilusión nueva de conciencia colectiva, manifestaciones, eventos por algo todos juntos, creatividad pura a partir de esta situación de la guerra, eso me ilusiona".
Por supuesto, este contexto ha afectado y afectará considerablemente a las comunicaciones. La publicidad no quedará ajena a las repercusiones que este conflicto traerá a nivel mundial. Sin ir más lejos, las expresiones de descontento por parte de la gente común y corriente hacia los planes estadounidenses ya se han observado en el rechazo simbólico a determinadas marcas emblemáticas de ese país que están sufriendo grandes perjuicios por este enfrentamiento. En esta perspectiva, la imagen de los Estados Unidos como el país defensor del derecho y de la libertad se ve seriamente perjudicada no por causa de su pueblo sino por la propia contradicción de sus gobernantes para con lo que sus leyes mandan. En los próximos meses es probable que la comunicación de muchas empresas empiece a cristalizar posiciones frente a la guerra. Como afirma Adilson Xavier, director general creativo de Giovanni FCB, en una entrevista publicada en este número de LatinSpots, "la guerra va a entristecer el contenido de la comunicación, va a empobrecer la economía y los espíritus". Con esto coincide Miguel Angel Furones, chief creative officer de Leo Burnett Worldwide, quien afirma que una guerra sería catastrófica para la publicidad. "La publicidad es risa, placer, fiesta y cuando empieza una guerra se acabó todo". Pero, como muchos otros, Xavier tiene la esperanza de que "la publicidad sea uno de los instrumentos de denuncia de lo absurdo de la guerra y uno de los estímulos en la recuperación y la preservación de la paz". La publicidad refleja lo que le sucede a una sociedad y en un panorama de enfrentamientos nos preparamos para ver un cambio en esta actividad que progresivamente se hará cada vez más evidente.
No sabemos como continuará este conflicto y todas las repercusiones que podría llegar a tener. Pero estamos comprometidos a ayudar a construir un mundo mejor y una buena forma de hacerlo es manifestando nuestra oposición a la guerra y en particular a ésta.
Porque lo que plantea la posición belicista de Bush es que si algún país en el mundo no piensa o no hace lo que él y su gobierno quieren (el más poderoso del planeta aunque elegido en elecciones escandalosas), estará contra ellos, ¡será "el enemigo" y "el mal" a destruir! Y en ese campo fértil para totalitarismos, cualquier excusa es válida.
La guerra afecta nuestro presente pero sobre todo nuestro futuro y el de nuestros hijos. ¿Estamos dispuestos a no comprometernos y resignarnos a que cuando lo desee el más fuerte (sea quien sea) inicie las guerras "preventivas" que quiera y por cualquier causa? Hoy puede ser el petróleo, mañana el agua potable, pasado mañana la biodiversidad del Amazonas… ¿O intentaremos construir la paz, en un mundo multilateral, más justo y democrático? Esto marcará nuestro destino tanto como personas, como empresas y como culturas. La paz, la justicia, la libertad y la democracia la tenemos que defender y construir entre todos, y no sólo los gobiernos o los políticos. Cada uno de nosotros tiene una responsabilidad en esto y debemos asumirla. De ello dependerá el futuro".