El enfoque de la locución estuvo basado en conectar con el público masculino desde la frescura, y la complicidad que implique que se puede afeitar todos los días, sin estar preocupado por la irritación que produce las afeitadas diarias para quienes tienen la piel más sensible. Por eso el tono debía ser cercano y amigable, con un toque de desenfado.

La campaña tiene como objetivo no solo destacar la efectividad de los productos de Gillette, sino también conectar emocionalmente con el consumidor al ofrecer soluciones para aquellos que buscan un afeitado diario sin complicaciones. Labattaglia, conocido por su distintiva voz en la industria de la locución, se ha encargado de transmitir el mensaje con cercanía y autenticidad, un detalle clave para una campaña que apunta a resonar profundamente en la audiencia masculina de la región.