“No comprendo, pero entiendo su punto”; “Eso no puede Haber sido dicho de una mejor manera”; “Con seguridad, estoy completamente de acuerdo” y “Está claro, no veo problemas” son las frases que componen los anuncios, cada una de ellas en una pieza diferente. Bajo el claim: “Forbes. El poder de la lista”.
La idea es exactamente jugar con estos dilemas corporativos, mostrando cómo todo cambia en la oficina cuando el ejecutivo del otro lado de la mesa está en la lista Forbes. Las personas no tendrían coraje de contradecir al hombre más rico del planeta en una reunión importante. Tampoco discernirían de uno de los empresarios más poderosos de la actualidad en frente de todos. Por lo tanto, el dinero demanda respeto.