Ogilvy México: Tradición cultural
(19/12/07). Para Polo Garza, presidente y director general del Grupo Ogilvy México, la creatividad mexicana recuperará sus fuerzas con la llegada de jóvenes publicitarios que se aferrarán a la identidad local. Como empresa, uno de los principales desafíos para el próximo año será fortalecer el área de 360° y así posibilitar la transmisión de contenidos a través de diversas plataformas. En esta nota, Polo Garza habla de todo.
Con un exitoso trabajo creativo para clientes como American Express, Librerías Gandhi, Hot Wheels, IBM, Wonderbra, Land Rover, la agencia se hizo acreedora de numerosos premios en festivales internacionales.
En la última edición de El Ojo de Iberoamérica se adjudicó un oro en gráfica por "Oso", para Panasonic México y un oro en Vía Pública por "Manita", para Matchbox de Mattel México.
Con respecto a la decisión de no participar en la última edición de El Círculo de Oro, el ejecutivo explicó: "Cada empresa es libre de tener su propia política de participación en festivales. Los únicos premios que cuentan, a la hora de la verdad, es la confianza de los clientes y el resultado de la inversión publicitaria".
Como empresa, uno de los principales desafíos para el próximo año será fortalecer el área de 360° y así posibilitar la transmisión de contenidos a través de diversas plataformas.
En esta entrevista, Polo Garza habla de su agencia y de la situación actual del mercado mexicano.
-Después de un año de gobierno de Felipe Calderón, ¿cómo se encuentra México a nivel político y económico?
-En México tradicionalmente los cambios de sexenio son períodos donde la inversión en general se comporta con cautela. Es cierto que el reciente relevo polarizó mucho a la sociedad, pero poco a poco se retoma la normalidad democrática, al grado que ha habido importantes reformas como la electoral, la del régimen de pensiones de los trabajadores del Estado y la fiscal, que han alentado la actividad empresarial nuevamente. Digamos que hacemos business as usual, y son otros factores como la crisis hipotecaria estadounidense, los altos precios del petróleo y otras materias primas, o la devaluación internacional del dólar, los que son ponderados por los anunciantes en México a la hora de decidir sus inversiones.
-Después de las elecciones presidenciales y el mundial de fútbol del 2006, ¿qué diferencias notó en cuanto a las inversiones?
-Siempre los acontecimientos cíclicos influyen sobre la inversión publicitaria. Este año no tuvimos ninguno destacado en México, por lo que el negocio prosiguió con las mismas tendencias que se habían iniciado años atrás, con una mayor diversificación en el uso de medios, además de Internet y las tecnologías digitales que crecen en participación. En el 2008 los Juegos Olímpicos en China seguramente acapararán una atención mayúscula, más que por los Juegos en si, por la creciente influencia de China en su ruta hacia un rol protagónico.
-¿Qué balance hace de 2007 sobre la creatividad mexicana?
-La creatividad mexicana sigue ganando premios en los diferentes festivales. Pienso que este camino se verá fortalecido por la llegada de una generación joven, mejor preparada, más globalizada, a la que ya no le parecerá raro que un mexicano pueda ganar un reconocimiento mundial, alimentada de una tradición cultural que es una de las principales fortalezas del país. Esta ha sido siempre una industria dinámica y en constante evolución. La competencia es el motor de la creatividad. En México decimos que camarón que se duerme se lo lleva la corriente. El mercado está ávido de soluciones originales. Quien las provea, tendrá un lugar asegurado en él. Nosotros ganamos diversos premios este año. No ahondamos en ello porque creemos que elogio en boca propia suena a vituperio. Pero son varias las agencias mexicanas que han conquistado reconocimientos en los diferentes festivales internacionales de especialidades. Digamos que la creatividad mexicana en particular, y la latinoamericana en general, como sucede con Brasil o Argentina, goza de cabal salud.
-¿Cómo es la relación de los anunciantes con las agencias creativas en México?
-En México todavía no se acaba de asimilar plenamente la separación que significó la llegada de las centrales de medios. Algunos clientes siguen considerando que la creatividad o la estrategia es algo que se podrían ahorrar, pero no dejan de pedir desarrollos originales y de calidad. La presión está sobre todos, inclusive sobre los clientes que están a su vez exigidos por el tema de los costos. Nuestro reto es ayudar a los clientes a identificar bien las palancas de valor en su inversión publicitaria, dentro de las cuales la creatividad sigue jugando un papel crucial. Por otro lado, tenemos la exigencia de la evolución natural de los medios de comunicación. El auge de los nuevos medios (vodcasts, podcasts, blogs, RSS content, etcétera) desafía día a día nuestra capacidad creativa.
-¿Cómo ubica a la publicidad de México con respecto a la región?
-La publicidad mexicana todavía tiene mucho camino por recorrer para situarse en los niveles de Argentina o Brasil. Pero tenemos optimismo de que con la camada de profesionales mexicanos e iberoamericanos que están haciendo publicidad en México, pronto nos situaremos en los lugares que nos competen.
-¿Cuál es el balance que hace de su empresa de este 2007 a nivel negocio y a nivel creativo?
-Fue un año de muchos retos, debido al impasse del relevo sexenal de la presidencia de México y a las mayores exigencias de los anunciantes por desarrollar soluciones creativas por caminos alternos. Para 2008 pensamos robustecer nuestra oferta en 360°, para que los contenidos e ideas creativas puedan viajar en distintas plataformas. Igualmente, impulsaremos el área de trade marketing y buscaremos consolidar las otras disciplinas que manejamos. Sin duda, los trabajos de nuestra agencia que más nos gustaron fueron los que llevamos a cabo para Pfizer con Viagra y para American Express, así como para industrias Alen.
-¿Cómo fue la decisión de no inscribir en El Círculo de Oro?
-Cada empresa es libre de tener su propia política de participación en festivales. Los únicos premios que cuentan, a la hora de la verdad, es la confianza de los clientes y el resultado de la inversión publicitaria.