La idea comenzó del lado de los usuarios quienes solicitaban y proponían distintos “hacks” para comer Oreos con utensilios de la merienda. Ante este comportamiento, la marca actuó rápidamente integrando a su equipo a un diseñador industrial y estableciendo una metodología de trabajo para hacer crecer las ideas de los usuarios en tiempo real a través de Twitter. Luego de desarrollar los prototipos y los diseños 3D en tiempo record, los objetos se imprimían y personalizaban con una impresora 3D, dando se a conocer a través Twitter y el canal de VINE de Oreo Argentina.
"Vimos que muchas de las ideas que proponían los usuarios eran muy interesantes y queríamos encontrar la forma de darles trascendencia. Más allá de las complejidades o las innovaciones que puede presentar esta idea, creemos que lo más importante es el fenómeno cultural que se desarrolla entre la marca y su gente, y fue eso lo que buscamos desarrollar en todo momento." comentaron Nico Berretta y Pep Rivero, los creativos de DödaVänster.
"Lo más difícil de la acción no fue precisamente su carácter innovador o de realización, sino lograr un nuevo esquema de trabajo rápido y dinámico que nos permita llevarlo a cabo en tiempo record, de cara tanto a los usuarios como al equipo interno y de aprobaciones del cliente", concluyó Santiago Fernández Barrio, Director General de Cuentas de la agencia.