Señaló, en primera instancia, la necesidad de tener desafíos claros: ganar cuentas, crecer a nivel creativo, obtener premios, etcétera. De esa forma quedan configurados los objetivos que ayudarán a organizar la agencia, a realizar evaluaciones a medida que el trabajo se vaya desarrollando y una vez terminado. Y en el caso de su agencia, el objetivo más importante que se propusieron desde un primer momento, y que sirvió como principio organizador, fue ganar leones en Cannes con la cuenta más grande que tienen, Procter & Gamble. Y eso lo lograron en 2006 con "Ruta" para Ariel, y luego con "Hermanos" para el mismo anunciante.
También, dentro del juego que propone la industria publicitaria, hizo hincapié en la importancia que tiene elegir con quién jugar, los compañeros. A partir de ese momento, explicó cómo se fue configurando la agencia que ya tiene más de 11 años en el mercado y que se consagró en 4 oportunidades como la Mejor Agencia de Iberoamérica en El Ojo.
La posibilidad de entrar a la red Saatchi & Saatchi, conducida por Kevin Roberts y Bob Isherwood, lo atrajo rápidamente por la posibilidad que brindaba ser parte de "una big network con características de un hot shop". Durante todos estos años, el equipo de la agencia estuvo conformado por creativos reconocidos a nivel mundial (Batlle, Jáuregui, D'Emilio, Garín, Gil, Bigio, Gurvit) que obtuvieron permios en todos los festivales regionales e internacionales con clientes como Procter & Gamble, Zoo de Buenos Aires, CTI Movil, y Casa Foa, entre otros, y siguen ganando con la actual dirección general creativa de Mariano Serkin y Maxi Itzkoff: "Teletransporter" para Cerveza Andes, "Narigómetro" de BGH y "Chocolatómetro" de Cadbury.
Como en todo juego, hay reglas y variables que no manejamos, pero "en la publicidad tenemos batallas todos los días para construir carrera, siempre da revancha", afirmó Pablo Del Campo. Y es importante que el publicista sepa combatir la ansiedad y esperar el momento que sea ideal para cada cosa. Eso sucedió con una idea que llevaba más de dos años en su cabeza y que encontró el momento ideal para desarrollarse en 2007: "La batalla de las superficies", el partido de tenis entre Rafael Nadal y Roger Federer, en una cancha mitad pasto, mitad polvo de ladrillo, para promocionar las Islas Baleares, que fue seguido por más de 200 millones de personas en todo el mundo.
Finalmente, cerró su conferencia haciendo referencia a las reglas de la región que más le gusta: "Iberoamérica es la región más fresca, y formar parte de ello es muy bueno. La regla aquí es la búsqueda de las buenas ideas. Cuando eso sucede, ganamos todos".