"La Pelota de Dios" empieza donde todo comenzó: un potrero, que es una típica cancha no oficial, ubicada en un barrio humilde de Argentina, donde los niños juegan fútbol crudo y astuto.

El film muestra a un joven fanático que se despide personalmente de la leyenda y le ofrece su pelota gastada y usada, atada a una cuerda llena de globos con helio, para que pueda ir al cielo, para que llegue al ícono del fútbol y que pueda jugar donde sea que esté, ya que, al morir tan rápidamente, probablemente haya olvidado llevar su pelota.

En palabras de Maradona: "Intenté ser feliz jugando al fútbol y hacerlos felices a todos". La campaña destaca al juego más bonito del mundo, y al referente que no solo impactó desde lo deportivo, sino en el espíritu de la cultura popular.

El film fue producido por Be Sweet films, Mamá Húngara y Limón Estudio.

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