La muestra cuenta con el respaldo de Lucasfilms LTD. y del Ayuntamiento de la ciudad de Madrid, que ha cedido los emplazamientos. Una vez finalizada la exposición en Madrid, los cascos viajarán a otras ciudades.
Las esculturas miden unos 3,5 metros. Partiendo de archivos en 3D, se utilizaron robots de cinco ejes que fueron desbastando gigantescas planchas de poliestireno expandido, dando forma a las piezas de cada uno de los cascos. Luego varios escultores trabajaron los detalles con materiales como hilo caliente para conseguir un acabado realista. El jefe de talleres fue José Antonio López Herrador, discípulo de Eduardo Chillida.
Una vez esculpidos los cascos, se endureció el material proyectando hasta tres capas de resina. Después se procedió a un nuevo moldeado y posterior pulido para conseguir superficies lisas y homogéneas. Lo siguiente fue pintar las esculturas siguiendo el mismo proceso que se utiliza en una cabina de pintura para vehículos: una imprimación más tres bases de pintura. Por último, los cascos se colocaron sobre una peana de 0,73 metros con una iluminación perimetral ubicada en cada vértice.
En torno a la idea se han desarrollado también un spot de televisión, campaña digital y de exterior en marquesinas, mupis y autobuses, además de en redes sociales y en los canales propios de Disney y Star Wars.