La promoción es solo válida para Pepsi, ese es el insight sobre el que trabaja la campaña. En uno de los dos comerciales, se puede ver a dos jóvenes, cada uno delante de una máquina expendedora de cada marca, y la voz en off de un locutor les dice que solo los que consuman Pepsi van a poder ir a recitales durante el verano estadounidense. Acto seguido, el que representa a Pepsi le pregunta al otro: “¿Todavía tenés el oso polar?”.

Pero eso no fue suficiente. En un segundo comercial, la imagen se repite, en este caso con dos mujeres. Ante la imposibilidad de ir a los recitales por parte de los cocacoleros, la fan de Pepsi le pregunta a la chica que sostiene una Coca Cola: “¿Está tu nombre en la botella?”.

Y no es algo nuevo. En 2011, Pepsi utilizaba otro de los íconos de Coca Cola: Santa Claus. En el comercial, se lo puede ver con un traje de verano aproximándose a la barra para pedir una Pepsi y no una Coca Cola. “Estoy de vacaciones”, le dice al barman para justificarse.

Sin embargo, no hay libertad total en la industria publicitaria estadounidense. En 2009, Pepsi acusó a Coca Cola, ante la National Advertising Division, por “publicidad engañosa”, cuando la marca con sede en Atlanta lanzó un comercial de Powerade en donde indicaban que el producto tenía un 80% menos de calorías que Gatorade, pero no mencionaba las demás diferencias entre ambos productos.

De acuerdo con el informe Beverage-Digest publicado en marzo de 2015, Coca Cola acapara el 17.6% del mercado de bebidas carbonatadas en Estados Unidos, mientras que Pepsi el 8.8%. A través de comerciales como estos busca pasar del segundo al primer lugar, pero la primera marca no se da por aludida y sigue en el trono.