El crecimiento económico del país durante el primer trimestre ha sido el mejor desde 2007. Lo anterior, sumado a las controversiales campañas presidenciales donde definitivamente le apostamos a la paz, la excelente actuación de nuestra Selección en el Mundial, el desempeño de Nairo Quintana en el Giro de Italia, Mariana Pajón y Caterine Ibargüen en los Juegos Olímpicos y el reconocimiento de nuestros artistas, nos permiten ver una Colombia más optimista. Somos un país que lucha por dejar atrás su pasado violento, por cerrar el capítulo de las FARC que nos ha acompañado por más de cincuenta años y por borrar la cicatriz del narcotráfico. Ya nuestros hijos no quieren ser como Pablo Escobar, sino como James Rodríguez. Y la industria se recupera de una gran recesión, y sectores como la construcción, los servicios y la inversión privada mejoran mes a mes. De la mano del crecimiento de la industria, la inversión publicitaria ha crecido un 12% en el período enero-mayo comparado contra el mismo periodo del año anterior. De esta manera, el mercado colombiano se ha convertido en una oportunidad para marcas globales y latinoamericanas, cosa que no es indiferente a los medios. La televisión paga ha reflejado interés por nuestras audiencias, así que ahora producen más contenidos sobre temáticas del país y llegan nuevos jugadores a la industria digital y a la producción. En este sentido, los medios locales también buscan la forma de democratizar la información, poniéndose al tanto de las tendencias informativas y del entretenimiento latinoamericano.
Según la investigación realizada este año por Grupo Consultores/Agency Scope, el factor más determinante para las agencias, es la transparencia en su remuneración, seguido de la creatividad, la exclusividad de categoría y la planeación estratégica. Sin embargo, el nivel de satisfacción de nuestros clientes es bueno en comparación con países como México, China e India. Nuestra problemática obedece a décadas de desgaste de la relación. Desde la separación de las agencias de medios de las agencias de publicidad, cuando se establecieron los rangos de la famosa comisión agencia, las negociaciones por fee mensual y otras figuras de remuneración a nuestros servicios. El poder de negociación de las agencias de medios es ambiguo, desde que los medios definieron que las tarifas son de los clientes, no de las agencias. Empezamos a salir de la zona de confortpara entregar un valor agregado, más allá de la distribución y optimización del budget. La planeación estratégica y la investigación han contribuido enormemente al desarrollo de la industria y han formado anunciantes más conocedores y exigentes. Ahora no sólo prima el factor cuantitativo en el análisis, sino el consumidor como ser humano, sus comportamientos, sus emociones, la influencia de sus sentidos y su dimensión social, más allá de la razón. Lo anterior ha desarrollado una industria más competitiva, talentosa y multidisciplinaria que sigue en la búsqueda de un cambio de modelo económico que permita mantener la rentabilidad y desarrollar nuevos negocios. Para el futuro, tenemos que adaptarnos a la remuneración por resultados, que ya es una realidad.