Ponce: El boom de la publicidad argentina dura mucho más de lo que se esperaba
(09/12/08). En un repaso de su carrera, Hernán Ponce mostró su lado íntimo y se encargó de destacar la importancia de la publicidad argentina. Además, adelantó luego de la salida de Fernando Vega Olmos, su agencia pasará a llamarse Ponce Buenos Aires y aclaró que no pasará mucho más que un cambio de nombre.
En el contexto de Diente 08’, Hernán Ponce dio una conferencia en la cual fue entrevistado por Carlos Pérez (presidente de BBDO Argentina y del Círculo de Creativos y Carlos Acosta (director de Reporte Publicidad).
Durante la amena charla, Ponce habló de todo, incluso de su lado más íntimo y personal.
Incluso tocó una cuestión sensible: la dictadura militar argentina de la década del 70 y destacó el exilio de creativos en aquellos tiempos.
“En esos años, sentí que la publicidad no estaba todavía desarrollada” afirmó Ponce y confesó que su meta en esos tiempos era ser arquitecto, pero se terminó volcando por su actual profesión. Sin embargó alegó que hubiese sido un buen arquitecto.
En cuanto a sus comienzos, rememoró sus tiempos en Naya Publicidad y los vaivenes en su relación con Gabriel Dreyfus, a quien destacó como “el Che Guevara” de la publicidad en aquellos tiempos.
Luego Carlos Pérez puso en la pantalla de varios escritores influyentes en la vida de Ponce: Marguerite Duras, Woody Allen y John Fante. Cuando le tocó opinar sobre Woody Allen, dijo que lo hacía reír mucho con sus libros, pero lo curioso ocurrió cuando Carlos Acosta lo comparó con el escritor y lo definió como “anti-heroe” y a Vega Olmos como “héroe”, lo que produjo una reacción irónica de Ponce para con su ex socio.
Seguidamente opinó sobre distintas publicidades de las cuales remarcó a las campañas de Levi’s y la última de Skittles, a la cual definió como “lo mejor en los últimos años lejos”.
Para finalizar confirmó el nombre de “Ponce Buenos Aires” para su nueva-vieja agencia y dijo que ese será el nombre solo por temas legales y que la empresa no tendrá cambios estructurales. Y además se mostró reticente en cuanto al futuro: “No se hacia donde vamos”.