"Hacer un comercial para el mundial es difícil, porque es complejo evitar los clásicos comerciales arengadores, donde las marcas se suman a la emoción que genera el fútbol. Pero si encima la marca para la que estás trabajando no es un sponsor oficial, todavía es más complicado. No podés mostrar remeras, colores, decir palabras como "mundial", "copa", "fútbol", etc. Cada cosa que querés decir, tenés que chequear que no esté bajo los derechos de los que si son sponsors oficiales. Y si a eso le sumamos que estamos hablando de una promoción, es aún más difícil. Por todo eso, por el tiempo record en el que hicimos el comercial y por lo felices que quedaron todos en Movistar, la verdad, es que estamos muy contentos. Menos los que se tuvieron que meter al agua", reconoció Diego Livachoff, DGC de Publicis Buenos Aires.

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