Con muchas dudas, ¿cómo podemos asociar una marca conocida exclusivamente por su banco de imágenes a su recién lanzado banco de sonidos? ¿Por qué no sonorizar una película muda de 1922? Los puristas dudaron. ¿Valdrá la pena irritar a aquellos que creen firmemente que obras de arte deben seguir intactas? Sí, hubo quien lo creyera.
¿Pero y la búsqueda entre los 46.000 sonidos existentes y disponibles? ¿Existen formas de encontrar a agujas cristalinas en el pajar sonoro? ¿Cómo producir las voces de los personajes? ¿Recrear una pseudo lengua nueva, presente en manuscritos, de la Europa del Este medieval? Y la música, ¿será mejor seguir el camino clásico erudito o rendirse a temas más contemporáneos?
Idealizado por Almap BBDO y ejecutado en tres meses por la productora Punch Áudio, el proyecto de Nosferatu involucró el uso de más de 1.000 sonidos recolectados exclusivamente del banco de Getty Images. Editados y procesados de forma inédita, generando la sonorización de uno de los mayores clásicos del cine mudo, creando una vocalización para la película en un idioma inexistente y ampliando el espacio a través del sonido. Son 87 minutos de pasos, truenos, caballos relinchando, carrozas pasando, canciones y voces asustadoras pegados en las célebres imágenes tan conocidas.
El Non Silent Film, como fue nombrada la nueva versión, intenta brindar una nueva experiencia sensorial, más dinámica. Una nueva manera, siempre respetuosa, de mirar a una pieza casi centenaria. A Cannes le gustó. Y la pieza brasileña producida para Getty Images, fue la más premiada de Brasil este año en el Festival con 6 Leones, siendo uno de ellos en la categoría Digital Craft - Sound Design, el primer de Brasil. Dedicarse al craft vale la pena.