A continuación, la nota con Sebastián Stagno y Rafael D'Alvia
-¿Qué balance puede hacer del año pasado para Madre Buenos Aires?
-El 2009 fue un año muy bueno para nosotros. Obviamente la crisis se hizo sentir, pero creíamos que iba a ser peor de lo que finalmente fue. Personalmente, el año pasado aprendí muchas cosas, pero no a partir de la crisis. No obstante, como siempre, somos un país que se las ingenia para seguir haciendo buenas cosas a pesar de cualquier contexto.
-¿Cómo cree que afectará la celebración del Mundial de Fútbol y el Bicentenario al mercado publicitario argentino?
-Creo que es muy positivo para la industria publicitaria de nuestro país, porque los anunciantes apuestan mucho en estas fechas importantes. Nuestra obligación es tratar de no repetirnos creativamente, ni caer en viejas fórmulas. Evidentemente, es mucho más difícil de lo que creemos. Creo que en el mercado publicitario argentino, seguimos teniendo muy buenas ideas. Quizás deberíamos pensar más en las marcas y menos en nosotros mismos. Espero, para el 2010, hacer cosas nuevas.
-¿Cómo cree usted que cambiará el negocio publicitario?
-Tanto los creativos como los clientes, estamos atentos a los cambios que se vienen. El problema es que no sabemos bien lo que se viene, sino que sólo lo suponemos. Pongo en duda qué va a pasar cuando los chicos que hoy tienen quince años sean consumidores, teniendo en cuenta el acostumbramiento a recibir semejante cantidad de estímulos, al que están sometidos. Para eso, considero que será necesario aprender mucho y además, habrá que adaptarse rápido.
-¿Cómo es el proceso creativo de Madre hoy?
-El proceso creativo es igual que siempre, pero se va modificando porque la agencia es cada vez más grande y hay que ir adaptando la estructura todo el tiempo. Hoy somos casi cuarenta personas, con más o menos veinte creativos, diez productoras/madres y cinco planners. Los proyectos siguen siendo muy grupales. En la actualidad, en términos de recursos humanos, en la industria están pasando cosas muy interesantes, y no sólo en la publicidad.
-De los trabajos realizados por Madre en los últimos tiempos, ¿cuáles puede destacar?
-Todos me gustaron porque partieron estratégicamente de lugares interesantes y en su mayoría quedaron muy bien. Tengo un especial cariño por Mamá Lucchetti, que surgió de las ganas de mostrar a una mamá menos publicitaria y más real. A su vez, una madre divertida, popular, qué ama a sus hijos y hace lo mejor que puede para alimentarlos... pero que a veces los quiere matar. Nos planteamos que si eso sucede en la vida real, no había motivos para no contarlo. Con ciertos cuidados, claro.