En este caso el protagonista del comercial es un árbol un detalle que supuso especial cuidado en su realización, priorizando especialmente la verosimilitud en pantalla y la practicidad de manejo a la hora del rodaje. Para ello La Jolla propuso trabajar con Sodapasta, un proveedor argentino con experiencia en este tipo de trabajos.
El resultado final es un comercial, en gran parte callejero, que muestra una ciudad distinta, una manera fresca de ver Montevideo en la que un árbol se va convirtiendo en un amigo.