El grupo partirá en un auto movido por aceite vegetal (de cocina), abogando por ríos libres y cristalinos, por las comunidades indígenas, confrontando la construcción de represas con impacto ambiental nocivo, recogiendo fondos, organizando eventos, concientizando a los pueblos y empoderándolos para que ellos mismos continúen la labor.
Soñar al borde de la utopía, luchar por metas inverosímiles es parte del ADN de Lacomuna, una casa productora reconocida en toda la región, que inició sus operaciones con dos directores sentados en una alfombra y un cajón de manzanas, que constituía todo el menaje de la empresa.
"Ver a Rodolfo persiguiendo su sueño de un extremo a otro de América nos recuerda que cuando se sueña la vida es más grande, y cuando se lucha por alcanzar los sueños, uno se vuelve más digno de ella", explicaron los productores de La Comuna.