En total, son 12.000 los empleados que trabajan para la compañía con sede central en Seattle. Pero no los van a echar, sino que REI los sacará de los locales a puertas cerradas, para que trabajen al aire libre. Sin embargo, no se trata de una iniciativa individual, también están incentivando a otras marcas a que se unan para romper con esa locura de compras que se vive después del Día de Acción de Gracias.

Todas y cada una de las 143 tiendas de REI alrededor de Estados Unidos van a estar cerradas y, en su lugares, su vendedores van a trabajar en las calles y en distintas áreas abiertas.

"Durante 76 años , nuestra cooperativa se ha dedicado a una cosa y sólo una cosa: una vida al aire libre. Creemos que el estar afuera nos hace la vida mejor. Y el Black Friday es el momento perfecto para recordarnos a nosotros mismos de esta verdad esencial. Somos una empresa diferente, y vamos a pasar nuestro día un poco diferente. Estamos eligiendo a pasar el día afuera, y queremos que todos vengan con nosotros", explicó Jerry Stritzke, Presidente y CEO de REI.

La campaña consta de dos comerciales. En uno, aparece Stritzke interpelando en forma directa a sus consumidores. En un plano corto, parece en una oficina, y desde ahí informa que van a cerrar todas sus tiendas en el Black Friday. A medida que se abre el plano, se vislumbra un paisaje de montañas. Lo que parecía ser un lugar cerrado, terminó por convertirse en un escritorio en el medio de la naturaleza.

El segundo spot tiene un aire más épico. Comienza con la inmensidad de una montaña enfocada por encima de las subes. Eso se complementa con un sonido ambiente, interrumpido por voces en off de distintos periodistas que informan sobre el Black Friday. Las voces van increscendo hasta que se cortan y aparece en pantalla el hashtag #OptOutside.

Además de lo tradicional, crearon un sitio web en el que se puede disfrutar de distintas fotos sobre la naturaleza y de un sistema de geolocalización que muestra las zonas verdes cercanas.