Entre restricciones de movilidad y toques de queda, la campaña está compuesta por cinco piezas audiovisuales con historias reales, como la de Julieta (10 años) quien, por ejemplo, cuenta cómo empieza su viaje al bajar del tren y correr para abrazar a su abuelo; o la de Rocío (59 años), que cuando llega a la estación Ávila la esperan sus sobrinos y su padre. Sn viajes que no se harán en Navidad, porque ambas protegen y cuidan la salud de su familia.

Lucía Angulo, directora general de Shackleton, dijo: “Esta campaña demuestra que con pocos recursos y con una gran idea se puede transmitir mucho. Desde que comenzó la pandemia, Renfe poco ha podido comunicar más que el apoyo y seguridad a la hora de coger un tren, y animando a viajar solo en lo imprescindible. En Navidad, al no poder incitar a hacer esos viajes, trasladamos el mismo espíritu de vocación de servicio que tiene la marca, pero desde otro ángulo”.

Juan Silva, director creativo ejecutivo, comentó: “Con esta campaña hemos tratado de transmitir esa ilusión que te crea ver a alguien a quien quieres, para poner en valor el sacrificio de no hacerlo por no ponerle en una situación de peligro. Quiero resaltar la valentía de Renfe al apostar por un mensaje así, y por esta campaña impensable hace un año”.

La campaña 360º, además de los cinco spots de 30” TV y de 60” para soportes digitales, está compuesta por gráficas, cuñas de radio, redes sociales, digital display, landing de campaña y canales oficiales de la marca (mupis, web, emailing).