Según Augusto Moya, Director Creativo Ejecutivo de Revolution Brasil, el objetivo de las piezas, además de llevar el número 100 para la mayor cantidad de personas posible, es causar incomodidad en las personas y forzar en ellas una reflexión sobre el cuidado que necesitamos tener con nuestros niños y adolescentes. “Casos de pedofilia son cada vez más recurrentes y están posicionándose en un primer plano en los últimos años. En 2016, el film “Spotlight – Secretos Revelados”, abordó el tema de la pedofilia en la iglesia católica y fue vencedor del Oscar, y nuestras piezas están basadas en este aspecto del problema. Necesitamos combatir ese mal y denunciar, una vez que puede suceder en cualquier lugar: en el colegio, en la iglesia, en el barrio, y especialmente en el hogar”, explica Moya.
De acuerdo con el pastor Valdair Debus, Presidente de Asociación Brasileña Todos Contra la Pedofilia, “los abusos sexuales ocurren en todos los sectores, pero el peor abuso ocurre en la propia residencia del abusado, hecho por los mismos familiares, tales como abuelos, hermanos, padres, padrastros, tíos y primos, no necesariamente en ese orden. Mucho más que una realidad triste y cruel, es un problema que asusta y un crimen cobarde contra nuestros hijos y adolescentes”, apunta.
Para tener una idea, datos del Gobierno Federal apuntan que, en 2014, más de 180 mil denuncias de violencia contra los niños y adolescentes por medio del número 100. De ese total, 26 mil trataban de abusos sexuales, el que representa un promedio de 70 denuncias por día. San Pablo lidera los casos, con 14,5%, seguido por Bahía, con el 8,74%, y por Río de Janeiro, con 8,34%. Los datos alarmantes indican un aumento del número de casos en comparación al año 2013, cuando fueron hechas 150 mil denuncias en el mismo canal, siendo 23 mil de abusos sexuales.