La Fundación Powerchair Football Argentina, que siendo miembro de la FIPFA (Federation Internationale of Powerchair Football Association), desarrolla en la Argentina el único deporte adaptado para personas que por sus patologías tienen que utilizar una silla de ruedas motorizada.
Para los jugadores de PCFA entrenar es tan importante como lo es para cualquier atleta. Pero no les resulta tan fácil. Necesitan una silla adaptada, transportarse y un lugar muy amplio para jugar. Solo pueden entrenar una vez por mes.
Así surge, VR Power Trainer, una plataforma íntegramente desarrollada por R/GA Buenos Aires, que consiste de un software que, a través del Oculus Rift y un joystick impreso en 3D, les permite a los chicos llevar adelante un entrenamiento digital. Algo inédito en el mundo.
"Gracias a esta herramienta tecnológica, que representa una innovación única en el mundo deportivo, los chicos pueden entrenar inmersos en un entorno virtual y practicar distintas jugadas desde sus casas", destaca Bruno Rovagnati, SVP Managing Director de R/GA LATAM y suma: “la idea del kit es simular un entorno donde toda la física, la inercia, todas las sensaciones, el sonido ambiental, la reacción y choque con las pelotas sea lo más fidedigno a la realidad real".
A partir de este concepto, los jugadores pueden "ir modelando su táctica para, a la hora de entrenar y juntarse todos juntos, ya haber avanzado", afirma.
Por su parte Mariano Jeger, VP Executive Creative Director de R/GA Buenos Aires, explica: “Muchas veces uno se tiene que adaptar al mundo, pero hay otras veces el mundo se adapta vos. Creo que la tecnología bien utilizada puede potenciar definitivamente a las personas y, VR Power Trainer, es básicamente eso. Es cómo a través del uso correcto de la tecnología les dimos la oportunidad a estos chicos de eliminar esas trabas que el mundo les pone, entendiendo qué es lo que ellos necesitan y que hoy existen herramientas que los ayudan a potenciar esa pasión que ellos tienen por el fútbol”.
“Un proyecto como este, se logra porque tenemos un equipo único, que puede encarar un desarrollo así cada uno desde su especialidad, sumado a otros que lideran desde la generalidad. No se hubiera podido hacer sino tuviésemos los talento que tenemos, que además se potencia trabajando de manera colaborativa”, concluye Jeger.
