Se trata de una vidriera interactiva en los Nike Stores, que mostraba en tiempo real y a partir de los movimientos de la gente, la performance de los jugadores profesionales que usan ese botín.
Los consumidores podían realizar distintos movimientos que eran registrados por una Kinect. Pateando con la pierna izquierda, con la derecha, cabeceando, haciendo lujos o corriendo en el lugar, accedían a ver las estadísticas reales de performance del botín.
De esta manera, Nike demostró la efectividad de sus nuevos botines, transformando una simple vidriera en una experiencia interactiva.