Dirigida por Rog Souza, el film retrata la imaginación infantil, con una dirección de arte, sonido y fotografía impecables. “Zola tiene un perfil que promueve el intercambio de experiencias entre profesionales. Según el tipo de trabajo, convoco a Ivan Abujamra, fotógrafo y maestro de la moda. O entonces a Pepeu Sorrentino, nuestro VFX designer, quien piensa en el guion con la experiencia y creatividad para la post producción”, afirma Souza.
Lograr transmitir la magia de la Navidad en 60 segundos exige un poco más que simplemente juntar profesionales talentosos para ejecutar algún trabajo específico. El hecho de que trabajen juntos e integrados todo el tiempo es parte del secreto para el éxito de campañas como Desejo de Natal.
LatinSpots entrevistó a Rog Souza, quien habló sobre el proceso de producción del film de Bourbon Shopping, el trabajo en Zola y sus fuentes de inspiración.
-¿Qué lo inspiró para dirigir el nuevo comercial de Zola para el Shopping Bourbon?
-Soy gaúcho, del interior de Rio Grande do Sul, a 400km de Porto Alegre, región de Missões, Ijuí, tierra de Dunga (Actual entrenador de la Selección Brasileña de Fútbol), nuestra referencia de macho exitoso. En el último film de Navidad del Bourbon Shopping, creé un osito de peluche que encuentra a su pequeña dueña. Es un encuentro delicioso, dentro de una caja de memorias. Esto me aleja mucho de la exigencia macho estereotipada de Ijuí, pero me acerca a los mejores recuerdos de mi ciudad natal. Este film provoca otro Rog, el Rog totalmente lúcido y crítico al analizar la “máquina navideña”, pero con una raíz que simboliza familia en un tatoo que comienza en el antebrazo y llega hasta la espalda. Cuando leí el guión, me metí en Alice de Tim Burton, en los devaneos estéticos de Tim Walker, en el sonido de Disney. Hice todo para no trabajar tradicionalmente. El equipo vino junto, no hicimos un keynote de presentación, sino un álbum de recortes, anotaciones, ilustraciones y fotos de polaroid. Encontramos al elenco, charlando con las chiquitas, una y otra vez hasta estar seguros de la elección. En las filmaciones, tuvimos un entorno tranquilo, musical y divertido, tanto que no parecía que filmábamos 3/4 del tiempo en croma verde. La maravillosa post producción, créditos a Efecktor, de Marcelo Pasqualino, puso de pie y en movimientos a mi oso de ensueño que se relaciona con la chica, mirándola, la personificación de mi infancia. Este oso es mi supermercado, es Ijuí, es la casa de mis padres. Me alegro que la estupenda agencia Matriz, liderada por Maurício Oliveira, Director Creativo, haya “comprado” esta idea. El oso hoy está en casa, mi hija juega abrazándolo. Creo que lo voy a llamar Dunga. Hay comerciales que no son solo un film publicitario, son cine y reflejan un pedazo de nuestras vidas. Lo mismo que ocurre dentro de la caja de memorias del film de Bourbon.
-¿De qué forma las distintas disciplinas artísticas que Zola ofrece contribuyeron en la producción?
-Zola tiene un perfil que promueve el intercambio de experiencias entre profesionales. Según el tipo de trabajo, convoco a Ivan Abujamra, fotógrafo y maestro de la moda. O entonces a Pepeu Sorrentino, nuestro VFX designer, quien piensa en el guion con la experiencia y creatividad para la post producción. En este film de Bourbon, por ejemplo, aproveché mucho a Vokos, nuestro head of art, Director, y también artista plástico, lo que más me interesaba. Junto a él, desarrollamos la historia, enriquecimos el guion, y creamos un material impresionante para presentar cada una de estas nuevas ideas. Con las escenas bien presentadas, el cliente aprobó todas las nuevas ideas. El osito, por ejemplo, fue mi idea, que Vokos ayudó a ilustrar y “vender”.
-Por otro lado, ¿cómo la innovación tecnológica contribuye con su trabajo de dirección?
-Es sensacional ver todo lo que podemos hacer con post producción, además de filmar, es totalmente enriquecedor para la historia. Todos los que tenemos talento en esta profesión, utilizamos la tecnología como herramienta creativa, o de “solución”. En Zola, todos amamos a Pepeu Sorrentino, porque nos destrozó las puertas de la percepción, alterando verticalmente lo que podemos o no podemos filmar, para luego hacer su sorprendente magia.
-¿Cómo se define como director?
-Soy un laburador, un traga, un apasionado. Cuando me gusta el guion, lo invado con una loca pasión, se vuelve una obsesión positiva porque todos mis pensamientos diarios se vinculan a ello. Cuando me acuesto, agarro el celular para anotar nuevas ideas, con el timbre en silencioso para no romper mis momentos creativos. Paso todo el tiempo mirando hacia arriba con los ojos bien abiertos, viajo solo, hago cursos de dirección de actores, de iluminación, de sound effects, todo me encanta. Adoro una discusión con otros cinéfilos. Me gusta mucho mi trabajo porque es un reflejo de mi vida. Creé la expresión life appeal, que son estos films que nos dan ganas de hacer lo mismo, ser aquellas personas, tener aquellos amigos, vivir aquella vida. Esta es la vida que busco tener, todo tiene que ver con todo. Mi loco amor por mi hijita se refleja en el film de Navidad del Bourbon Shopping. Mi locura por deportes se refleja en la acción frenética de los films de Olympikus, y mi relación con la música, con la producción del Meca Festival, se refleja directamente en estos films jóvenes, hipsters, betas, normcores, lindos, que son el reflejo da mi generación.