En el mundo de la locución profesional, "saber escuchar" es una habilidad esencial para garantizar que un mensaje sea claro y efectivo. Esta capacidad no solo implica prestar atención a las palabras del cliente, sino también interpretar sus necesidades, incluso cuando no están expresadas de manera explícita.
Uno de los primeros pasos para un voice over profesional es hacer las preguntas correctas:
- ¿Cuál es el público objetivo?
- ¿Cuál es el objetivo principal del proyecto?
- ¿Qué idea o emoción quieren transmitir con la locución?
- ¿Hay algún detalle específico de la marca que deba destacarse?
Estas preguntas son fundamentales para comprender plenamente la necesidad del cliente y, así, transmitir eficazmente el mensaje con la emoción adecuada. Sin embargo, saber escuchar va más allá de simplemente entender lo que se dice. También implica interpretar situaciones en las que el cliente puede no estar familiarizado con los términos técnicos de la locución. En esos casos, es crucial observar, enfocarse y estar dispuesto a aclarar cualquier duda mediante preguntas adicionales, evitando dar nada por sentado. Como dice el dicho: "Con referencia se entiende la gente".
Escuchar también es esencial para ajustar la entonación y el acento de una locución. Por ejemplo, si el mensaje está dirigido al público de Argentina o Uruguay, el locutor debe emplear el acento y las particularidades del Río de la Plata para conectar con la audiencia local. Por otro lado, si el contenido está destinado a un público más amplio en Latinoamérica o Estados Unidos, el español neutro se convierte en la opción ideal. Aquí, tener un buen oído y la capacidad de adaptación es fundamental.
En los próximos artículos, seguiremos explorando recursos clave en la locución profesional. El siguiente tema será "Claridad y dicción", un aspecto indispensable para asegurar que el mensaje sea preciso y efectivo, optimizando así el tiempo y los recursos de una estrategia de comunicación.
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