-¿Cómo surgió la idea para desarrollar el proyecto de Salla 2032 y cómo fue su trabajo como Director?
-La idea surge como una provocación para concientizar sobre las amenazas del cambio climático. En su ADN ya contemplaba ser una ciudad del ártico, para que funcione el delirio de la candidatura. Contemplamos varias ciudades, recuerdo una en Canadá, otra en Islandia y Salla, quien finalmente fue la elegida. Mi aporte consistió en investigar mucho, cuál era el espíritu de los videos de candidatura olímpicos, que cosas tenían en común, y comenzar a diseñar el relato a partir de eso. Creíamos que necesitaba un punto de partida más o menos creíble, para después, poco a poco, dejar que apareciera la ironía.
-¿Por qué creen que obtuvo este reconocimiento?
-Porque toca un tema que hoy es muy relevante. Y porque lo hace de una forma muy original, ambiciosa, realizada en un lugar del planeta muy particular, con gente y cultura única, protagonizada por ellos mismos. Creo que el público reconoce esa verdad, la puede percibir, y empatiza con el tema.
-¿Cuánto tiempo llevó la preproducción, rodaje y edición?
-Al tener poquísimo presupuesto, pudimos compensar con una buena planificación. Recuerdo las primeras charlas, en octubre de 2019, los contactos con Finlandia, la búsqueda de locaciones, hasta que finalmente viajamos en febrero de 2020. En Salla estuvimos ocho días, de los cuales pasamos los primeros cuatro visitando locaciones y haciendo casting local, y otros cuatro días de rodaje. Luego vino la pandemia y tuvimos algo de tiempo para afinar la edición y el diseño de color y sonido.
¿Cómo la pandemia impactó la realización de la pieza?
-La pandemia vino justo después de la filmación, realizada en febrero. En marzo, ya no podíamos salir. Recuerdo estar en el aeropuerto y ver las primeras mascarillas como algo muy extraño. Con las temperaturas bajas tuvimos algunas dificultades, sabíamos que la cámara podía apagarse, como sucedió algunas veces. A Renan, nuestro productor, sonidista y asistente de cámara, se le congelaban los dedos y no podía agarrar los lentes. Pero en general pudimos trabajar bien.
-¿Qué destacarías sobre el brief, la ejecución y el trabajo con el equipo creativo de la agencia?
-Desde el inicio, la agencia tenía muy claro hacia dónde iba la idea y qué tenía que suceder para que funcione. El trabajo fue de muchísima colaboración, en todo momento, al ser una producción minúscula, todos hicimos de todo, con muy buen clima. Destaco también la libertad que tuve en todo momento para trabajar y aportar en el guion hasta el último día de filmación.
-¿Qué significa este GP en Cannes para usted, su carrera y para Primo Content?
-Un reconocimiento al trabajo en equipo. Salla es un proyecto querido, hecho con gente querida. Mati, Nicholas y Rodrigo en África. La foto de Gabriel Bianchini, el sonido de Guilherme Francischi, la edición de Matheus Tibira, el grading de Fernandinho. Primo es mi escuela, donde aprendo todos los días a hacer las cosas con corazón, y sumo a Triatoma, la productora asociada al proyecto, de Renán Chagas, otro ser luz. Como dice Dolina, al lado de tus amigos jugás mejor.
-¿Alguna anécdota que le gustaría compartir sobre el rodaje?
-Siendo tres brasileños y un argentino, ni bien llegamos rápidamente quedó expuesta nuestra impuntualidad. Recuerdo al director de la Casa de Turismo de Salla, que nos acompañaba en la producción, llamándonos la atención constantemente con los horarios. Una madrugada, obsesionado con dar vuelta la imagen, conecté el parlantito y quince minutos antes de la hora combinada de levantarnos explotó Damas Gratis en la cabaña donde dormíamos. Gabriel Bianchini, el fotógrafo, me quería comer crudo. Nos hablamos poquito ese día.
FOTO: Fotos del rodaje de Salla 2032 con el director Santi Dulce, de Primo Content.
Festivales - Cannes 2021
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