(05/10/07). Sebastián Wilhelm y Maxi Anselmo, socios fundadores y DGC de Santo Buenos Aires serán conferencistas en El Ojo 2007. Los publicitarios que este año pusieron a Cannes de pie por su campaña para Arnet, ya fueron consagrados como los Mejores Creativos de Iberoamérica en El Ojo 2006 y se llevaron el Grand Prix de Televisión por "Aplausos", para Coca Cola en el 2005. Cada uno por separado logró quebrar todas las reglas con sus trabajos en Europa y la región. Juntos, hoy están al frente de la boutique que sacudió al mundo como pocas.
Se conocieron en el momento de mayor ebullición de la creatividad argentina, se complementaron y juntos construyeron campañas inolvidables.
Después se separaron: uno fue a Europa para conocer nuevos mercados y formas de trabajo en el primer mundo; el otro se quedó en Argentina y debió sobrellevar una de las peores crisis del país. Cuatro años después volvieron a unirse.
Así, en el momento justo, Maximiliano Anselmo, ex director general creativo de Lowe A&B, y Sebastián Wilhelm, director creativo de Wieden + Kennedy Amsterdam, protagonistas de esta historia, fundaron Santo Buenos Aires.
La agencia trabaja para Coca Cola, Unilever y Telecom, entre otras marcas.
Wilhelm tiene la capacidad de pensarlo todo de una manera distinta. Anselmo es una mezcla perfecta entre un tipo sofisticado y uno de la calle. Los dos se complementan y, como dice la canción, son mucho más que dos.
Ambos vivieron experiencias fuertes juntos y separados y en el momento de maduración de sus carreras y de sus vidas, concretaron un sueño imaginado desde que se conocieron, cuando descubrieron que compartían una misma visión.
“Creamos Santo en el momento justo de nuestras carreras: los dos teníamos ganas de hacer realidad nuestra agencia y no ocurrió por decanto, era lo que realmente necesitábamos hacer por un montón de cosas y no sólo por causas individuales”, explicaron.
El Ojo de Iberoamérica 2005, Santo conquistó el Gran Ojo de Televisión por "Aplausos", para Coca Cola Light, producido por Landia y dirigido por Andy Fogwill, que no sólo fue ovacionado cada vez que se lo mostró en el festival, sino que también se llevó el Premio otorgado por el Voto del Público.
Acostumbrados a comunicarse de una manera efectiva con la gente, Anselmo y Wilhelm, creadores de trabajos como "La llama que llama", "Bostezos" y "Mirame", para Telecom; "Yupanqui" y "Cocacolero", para Coca Cola; "Trabajar", para HSBC, "Mitología subterránea", para Metrovías y "Yo te conozco", para Coto, en su época de dupla en la revolucionaria Agulla & Baccetti, confiesan que el secreto es no ser superficiales y poner el corazón en todas las ideas.
Los santos llegaron marchando con el objetivo de crear una cultura, “la que a nosotros nos hubiera gustado tener en los lugares en donde laburamos”.
Eligieron ponerle Santo a su agencia porque les pareció un nombre simple e inspirador. Y parece que funcionó.
Los creativos que este año pusieron a Cannes de pie por su trabajo "Todos por un pelo", para Arnet Telecom serán conferencistas en
"El Ojo 2007" que se realizará el 19, 20 y 21 de noviembre.
A continuación, la entrevista con Anselmo y Wilhelm:
LatinSpots (LS): -Ustedes, junto a Alberto Ponte, Leandro Raposo, Pablo Stricker, entre otros, tienen una larga historia en Agulla & Baccetti, ¿se conocieron ahí?, ¿cómo surgió esta relación?
Sebastián Wilhelm (SW): -Nos conocimos antes de trabajar juntos, de vista nada más, de un hola. Pero en febrero del ’95, Maxi ingresó a la agencia como mi co-equiper. Ahí empezó todo y la verdad es que tuvimos muy buena onda enseguida. Me sentí muy cómodo laburando con él desde el principio, fue como si nos conociéramos desde siempre, porque había un montón de cosas que no teníamos que explicar o hablar, los dos teníamos la misma visión, queríamos lo mismo, estábamos en el mismo momento de nuestra carrera y vivimos un momento ideal. Después nos separamos, y fue solamente porque Maxi no quiso irse a laburar afuera. Yo, en cambio, tenía ese sueño desde siempre. Así que nos separamos durante el tiempo que estuve en Europa. De todos modos, sabíamos que cuando yo volviera, íbamos a formar algo juntos.
LS: -Maxi, ¿cómo fue su experiencia cuando conoció a Seba?
Maximiliano Anselmo (MA): -Creo que te voy a decir lo mismo que Seba porque nos pasó eso. Somos dos personas muy distintas que se complementan muy bien. Seba siempre dice, y aunque sea una frase hecha, que cuando nos juntamos los dos, por ahí valemos un poco más que dos. Creo que toda nuestra relación tiene que ver con eso, con que somos bastante distintos, bastante complementarios, nos queremos y nos admiramos mucho. Hay algo que tiene Seba, que yo admiro profundamente y nunca voy a tener y es esa manera de organizar las cosas en su cabeza que a mí me resulta imposible. Seba es el mejor creativo que conozco. Es el mejor hacedor de campañas. Cuando se trabaja con él, parece que adentro de su cabeza ya hay miles de ideas, listas, todas archivadas y clasificadas, y lo que él hace es ir a buscarlas y contártelas. Tiene tanta facilidad para hacerlo. Además, es tan preciso en lo que escribe y en lo que espera. Suele hacer conexiones rarísimas e increíbles. Es el chico genio. El mejor de la clase. Es el que hace la prueba en 10 minutos. Pero es muy generoso con todo el mundo. Es un gran formador de creativos. Y todo esto pasa, básicamente, porque no conozco a nadie que ame tanto a este trabajo como él. Yo no sé qué parte tengo que a Seba le parece atractiva... (Risas).
SW: -Para mí lo más atractivo de Maxi es la mezcla que tiene entre un tipo muy sofisticado y un tipo tremendamente de la calle. Tiene la sensibilidad de barrio, de un tipo de Caseros pero también tiene algo de un tipo del barrio latino de París. Tiene esa cosa que yo tampoco tengo. La verdad es que somos muy diferentes pero muy complementarios. Es realmente increíble cómo lo que yo no tengo, él lo tiene y viceversa. Y sí, cuando nos juntamos a laburar nos potenciamos muchísimo.
LS: -Ustedes estuvieron en la plenitud de Agulla & Baccetti que determinó un gran movimiento de la publicidad argentina y regional, ¿cómo fue ese momento, cómo fue ser protagonistas del cambio tan grande que sufrió la industria?, ¿se sintió estando adentro?
SW: -Lo bueno fue que crecimos muchísimo, estuvimos ahí desde el primer día y fuimos parte de ese crecimiento a nivel económico y a nivel creativo de la industria. Había una sensación de vértigo muy grande pero muy linda. Me parece que Agulla & Baccetti marcó una época, fue una agencia que reunió mucha gente talentosa que hoy está dirigiendo empresas y siendo protagonista de esta etapa.
MA: -Ahí adentro estábamos todos pensando en cómo hacer una idea mejor, un comercial mejor, no sentíamos que estábamos revolucionando algo, todos estábamos tratando de hacer el mejor comercial posible, queríamos hacer algo que no se había hecho antes, cada idea tenía que ser nueva. Esa era la actitud que teníamos, buscábamos hacer el mejor laburo, no ser los mejores.
SW: -Tiene que ver con una convicción. Acá, en Santo, pasa algo similar, los creativos tienen esa actitud. Nosotros nos propusimos atraer el mejor talento porque las agencias son, en gran parte, los creativos que la forman. Siento que dentro de cinco u ocho años nosotros vamos a mirar para atrás y vamos a decir: “Guaauu, mirá qué creativos que había en Santo”. Y en Agulla, en ese momento estábamos en ebullición, buscábamos hacer algo bueno, algo nuevo. Hoy veo muchas campañas que pienso que podrían haber salido de Agulla hace seis años. Siento que esa agencia dejó como una estela de búsqueda, no sé si un estilo o algo similar a una escuela.
LS: -Volvamos al presente, ¿cómo fue la vuelta de Wilhelm y la idea de crear una agencia propia entre los dos, cómo nació Santo?
MA: -Desde hace años que pensamos en esta idea y sabíamos que en algún momento íbamos a tener un lugar para hacer realidad esta agencia. Realmente creo que fue buenísimo que se haya dado recién ahora, porque eso nos permitió que Seba trabaje afuera, que conozca otros mercados y conozca otras maneras de trabajar y lo haga globalmente. Todo eso sirvió mucho. También sirvió que yo me haya quedado acá, que me haya comido la crisis, que haya estado mucho más en contacto con el manejo de una agencia desde todas las áreas, además de la creatividad. Eso fue lo que pasó conmigo en el último tiempo de Agulla, ya que estaba mucho más cerca, no sólo del manejo creativo, sino del manejo de la agencia como negocio. Creo que Santo se dio en el momento justo: habíamos madurado juntos, nos habíamos separado y habíamos trabajado en realidades muy distintas.
SW: -Otra vez el tema de la complementariedad. Está buenísimo esa mirada que da el haber trabajado afuera pero también saber que estamos en Argentina y tener idea de cómo está el país, el negocio hoy, cuáles son los cables a tierra. Eso es muy positivo. Mi vuelta se aceleró cuando me enteré de que iba a ser papá, a partir de ahí, empezamos a pensar seriamente en este proyecto. Fue el momento justo de nuestras carreras: los dos teníamos ganas de hacer esto y no ocurrió por decanto, era lo que realmente necesitábamos hacer por un montón de cosas y no sólo por causas individuales. Santo tiene que ver con querer darle algo a la gente, querer que las personas que trabajan acá se sientan bien. Queremos crear una cultura, la cultura que a nosotros nos hubiera gustado tener en los lugares en donde laburamos.
MA: -Creo que hasta el hecho de ser padres ayuda, nos ayuda a tener una actitud un poco paternalista, en el buen sentido, a no pensar tanto en nosotros mismos, sino en función de los demás y en encontrar la mejor manera de estar con los demás.
LS: -Para terminar quiero que cada uno de ustedes, siguiendo el concepto de Aplausos, me diga porqué le daría un aplauso a Santo.
SW: -Sin dudas, sería un gran aplauso para la gente que trabaja acá, yo estoy muy orgulloso de la gente que trabaja con nosotros, y estoy muy orgulloso de nosotros por estar generando un lugar donde esa gente quiera laburar, donde se sienta cómoda y se sepa que puede desarrollarse. Porque la diferencia de una agencia con otra es la calidad de la gente que labura, y es así, no lo descubro yo. Lo importante es que eso no sea una frase hecha sino que la gente que conduce la agencia esté comprometida con hacer feliz al equipo que labura ahí.
MA: -Sin más, un aplauso para le gente que trabaja en Santo, creo que ha sido la gran sorpresa de este año: haber podido laburar con esta gente, haberla conocido, si pedimos un aplauso es para ellos definitivamente.