Las víctimas recibieron una inquietante nota virtual de secuestro personalizada. En ella se adjuntaban fotos de espacios que suelen frecuentar, incluso de sus propios domicilios, lo que hace sospechar que Desperados lleva tiempo siguiéndolos.
Además, una voz de ultratumba amenazó con haber secuestrado el lado más salvaje de la víctima, que sólo podía ser liberado si acudían al fiestón: #RaptoDesperados.
La fiesta se celebró el viernes 27 de junio en Madrid en la antigua estación de tren de Abroñigal. Allí los esperaron skaters, tatuadores, grafiteros, un mono con megatrón y muchas sorpresas más.
* La web de la campaña: www.raptodesperados.es