Promovida por la UNESCO y por la Unión Internacional de los Arquitectos, la premiación reconoce en total 70 proyectos alrededor del mundo divididos en seis regiones: Africa y Oeste de Asia; América del Norte, América Centra, del Sur y Caribe; Asia Central y Noreste; Sur de Asia y Pácifico; y Europa.
Con el objetivo de promover más interacción entre arquitectura comercial y cultural, el Prix de Versailles tiene aún una etapa más, la mundial. El 12 de mayo, en la sede de la UNESCO, en Paris, un jurado de peso compuesto por François de Mazières (Chairman), Manuelle Gautrand, Guo Pei, Toy? It? (Pritzker 2013), Gilles Lipovetsky, Guy Savoy, Wang Shu (Pritzker 2012) y Minja Yang será responsable de dar a conocer los 12 grandes ganadores.
Creado por el arquitecto Guto Requena e ideado por la agencia BFerraz, el Skol Live House, une innovación en diseño y tecnología en un gran pabellón arquitectónico, de 300m2, abierto e integrado al ambiente. Ideado para proporcionar una experiencia única de interactividad, el espacio disponía de una especie de carpa interactiva hecha de 400 motores que giraban 400 espejos en tiempo real que reaccionan a la música, al público y a las medallas conquistadas.
La programación que contó con fiestas con DJs y shows hizo que el pabellón se convirtiera en uno de los puntos más disputados del Parque Olímpico. Y la osadía arquitectónica hizo que el proyecto fuera uno de los finalistas del Building of the Year Awards 2017, del Archdaily.