Con el fin de los Juegos Olímpicos de Tokio, la agencia creó una versión del símbolo olímpico hecha con un árbol devastado, al que se le añadieron detalles y acabados metálicos para resaltar el contraste entre la destrucción y la gloria. La obra se desarrolló en colaboración con el escultor Renato Hollanda Cavalcanti.

La comunicación se compone de una película, material multimedia digital y una página en el sitio web de la ONG, en la que se explican las "modalidades" de la deforestación y los lamentables registros alcanzados en la Mata Atlantica.

"La deforestación es un problema generalizado en los biomas brasileños. En el Bosque Atlántico, en particular, sigue alcanzando cifras desastrosas. En la actualidad, sólo queda un 12,4% del bosque original. Es necesario que la opinión pública comprenda y se una para detener esta tragedia. En este sentido, levantar la Antorcha de la Vergüenza es llamar la atención de Brasil y del mundo sobre la urgencia del problema", argumenta Afra Balazina, directora de movilización de la Fundación SOS Mata Atlantica.

+ Info de las acciones en: www.sosma.org.br/tocha