Starbucks anunció que la decisión es parte de un plan por transformar la empresa. El 70% de los negocios que cerrarán sus puertas –todos en Estados Unidos- funcionaban desde principios de 2006. Aparentemente, la decisión habría sido impulsada por una crisis económica y de consumo que afecta al país norteamericano y no repercutiría sobre la expansión en otros países. “El cierre de los locales en Estados Unidos no tiene relación directa con los mercados en otros países. A nivel internacional estamos buscando crecer en países donde ya trabajábamos y en nuevos mercados, como en el de Argentina.”, subrayó un vocero de Starbucks. Además de cerrar 600 locales, Starbucks frenaría la apertura de otras 250 cafeterías que tenía planeado inaugurar en suelo estadounidense. El presidente y CEO de la compañía, Howard Schultz, dijo: “Nuestros equipos ejecutivos y de liderazgo nos han conducido a una extensa revisión de nuestro negocio en Estados Unidos, orientada a mejorar la experiencia de los clientes sólo en los locales más eficientes”. El primer anuncio de reestructuración de Starbucks fue en enero, cuando anunció un plan de medidas que ya incluía una nueva construcción empresarial para mejorar el funcionamiento de la compañía a largo plazo y la relación con sus clientes. El criterio utilizado para decidir cuáles serían los negocios cerrados, consideró las locaciones no rentables y aquellas que no proyectaban retornos aceptables de inversión a futuro.