Sobre la inspiración de esta arriesgada propuesta, Juan Pablo Prado, Director Creativo de Super en este proyecto, señala: “Necesitábamos demostrar que cuando una marca querida cambia algo tan reconocible como su color principal, eso tiene que comunicarse de una forma que genere impacto, cercanía y simpatía inmediata. El Profesor Rossa era perfecto: es querido, tiene credibilidad absoluta y además su color rosado es casi sagrado en la cultura pop chilena. Verlo de amarillo era romper un paradigma de décadas, exactamente lo mismo que hizo Mercado Pago”.

Además, esta idea conecta directamente con el icónico momento ocurrido hace más de 20 años, cuando un video privado del Profesor Rossa salió a la luz y se convirtió en uno de los primeros virales de Chile. Ese memorable episodio mostró un lado más atrevido del personaje, que quedó grabado en la memoria popular como "el día que el profe se dió un lujito".

La respuesta de la audiencia confirmó que la apuesta fue un éxito total. Lejos de generar polémica negativa, la reacción inmediata fue de apoyo absoluto al Profesor Rossa, con miles de comentarios como: “Si el profe lo dice, es ley” o “Todo lo que diga el profe está bien".

Coté Santana, Directora de la oficina chilena de Super, resume los resultados cualitativos: “Sabíamos que esta campaña iba a generar conversación, pero superó nuestras expectativas desde el primer momento. El cariño hacia el Profesor Rossa hizo que la gente entendiera al instante el mensaje, valorara la creatividad detrás, y por supuesto, hablara naturalmente sobre el cambio de Mercado Pago al amarillo”.

La campaña, que actualmente sigue en curso, ya es un éxito de conversación orgánica en redes sociales, demostrando una vez más que, cuando la creatividad conecta con la cultura local, los resultados siempre acompañan.