La comunicación está apoyada en un estudio global que Heineken, dueña de Kaiser, encargo a la consultora Ipsos. Este estudio detectó que las expectativas sobre el rol del hombre en la sociedad son cada vez más importantes. Se les exige un comportamiento que antes no era lo esperado, como tener sensibilidad e incluso que le guste comer ensalada. Según el trabajo, "los hombres están perdiendo la referencia de cómo tienen que ser o comportarse en el día a día".
A partir de esas conclusiones, la marca lleva temas del universo masculino al centro de las discusiones y quiere hacer acordar a los hombres la importancia de mantener su identidad.
La campaña está compuesta por tres comerciales para TV, producidos por Hungry Man, que muestran situaciones en que los personajes se ponen en duda sobre qué hacer con miedo a que los recriminen, que los mal interpreten o a que los juzguen por el hecho de pensar como hombres. La conciencia masculina aparece representada por dos globos animados que incentivan los hombres a seguir adelante y tomar una actitud.
“La idea de la campaña es ir más allá de lo obvio y traer una nueva perspectiva de comunicación al público masculino, abriendo discusión sobre lo que significa ser hombre en la sociedad actual”, afirma Eduardo Picarelli, Gerente de la Marca Kaiser.
Además de los films, la campaña cuenta con piezas de vía pública y acciones digitales.