Cuando una agencia gana una nueva cuenta suele haber un proceso de inmersión en la marca que puede durar semanas e incluso meses. Los productos se prueban, se analiza sus estrategias, sus consumidores, y se realizan estudios para entender el mercado y toda su competencia. Pero, ¿qué sucede cuando la marca en cuestión es una de los fabricantes de neoprenos y ropa de comprensión para triatlón más importantes del mundo? En este caso, intentar entender el mercado y a sus consumidores es complicado si no decides hacer una prueba de producto rodeado del entorno propicio.
Así que lo que empezó siendo una propuesta informal en una reunión, acabó por hacerse realidad. Corría el mes de mayo de 2013 cuando, en una de las presentaciones que en Tiempo BBDO realizaron a Orca, se habló de la posibilidad de que la agencia participara en una triatlón para intentar entender y vivir lo que miles de triatletas sienten cuando están inmersos en una competición de estas características. Y así fue, meses más tarde, en octubre, 15 de personas de la agencia estaban en la línea de salida a punto de iniciar la Barcelona Garmin.
Había una parte del grupo que en cierta manera ya practicaban algún tipo de deporte, sin embargo otra parte hacía años que no, lo que aportaba más emoción al reto haciéndolo suficientemente interesante como para documentar toda la experiencia en vídeo. Y así fue. En todo este proceso, Orca les ofreció apoyo incondicional y dio todo tipo de facilidades; puso a disposición algunos de sus mejores neoprenos para que pudieran probarlos durante la competición pero además el equipo marketing involucró a Orbea en el proceso, que ofrecieron 5 bicicletas de alta gama. Pasaban los días y corrió la voz. Isostar se puso en contacto ofreciéndoles alguno de sus productos, los cuales aceptaron encantados. Así que horas antes de la competición la agencia estaba llena de neoprenos, bicicletas, y geles y barritas energéticas.
Hicieron la competición por relevos, que para empezar ya estaba bien y suponía, para muchos, un verdadero reto puesto que era su primer ejercicio físico intenso tras años sin practicar nada de deporte.
“Este proyecto con Orca nos ha demostrado una vez más que no sólo la comunicación publicitaria ha cambiado de manera radical en los últimos años, sino que los procesos que se llevan a cabo y la relación anunciante-agencia también han entrado en una nueva etapa en la que ya no hay marcha atrás. Una etapa en donde las campañas ya no se hacen para una marca sino que se hacen junto con una marca. La individualidad, la división y el hermetismo que en el pasado han caracterizado los procesos publicitarios y las relaciones entre las partes no tienen sentido hoy. Vivimos un momento donde las marcas cuya filosofía se basa en el sentido de equipo, la colaboración y la absoluta transparencia están alcanzando los primeros puestos en la mente y las preferencias de los consumidores. Y son las que acabarán marcando el camino a seguir para el resto”, afirman desde la agencia.