Este estudio llegó a la conclusión de que tomar un vaso de cerveza o uno de agua tras realizar actividad física ayudan a hidratar al organismo, siempre y cuando el consumo sea moderado (330 ml para la mujer y hasta 660 ml para el hombre).
Según Manuel Castillo Garzón, experto en fisiología del deporte, una bebida ideal para hidratarse luego de realizar ejercicio debe tener aproximadamente 6% de hidratos de carbono, bajo contenido de sodio y potasio. La composición de la cerveza es gran candidata, ya que es muy similar y, además, está elaborada con ingredientes naturales como malta de cebada, lúpulo, levadura y agua. La cerveza también es una fuente de nutrientes. Brinda vitaminas B, que ayudan a obtener energía de los hidratos, las proteínas y las grasas, además de antioxidantes.
Algunos deportistas, como Andreas Raelert, ya lo están poniendo en práctica. Tras ganar el triatlón Challenge-Roth en Julio 2014 e imponer una nueva marca mundial en distancia Ironman, el alemán bebió cerveza para hidratarse.