Ser jurado en Cannes debe ser una de esas experiencias que todo creativo quiere tener en su carrera. Es por eso que para mí significa una gran alegría y también una gran responsabilidad.

Cuando se juzga una gran cantidad de piezas, lo que empieza a pasar es que las ideas te eligen a vos y no al revés. Lo bueno se destaca. Por lo general, las buenas ideas dicen verdades y lo hacen con calidad y elegancia. Después, habrá que discutir los matices, según el criterio de cada uno de los jurados y los valores que haya fijado el presidente.

Para tener éxito en una categoría como Radio, la pieza tiene que ser una idea que desafíe las normas. Simple, bien ejecutada y bien producida. A partir de ahí podrá empezar a competir. Para ganar, esa idea tiene que brillar más que las otras y los matices entre todas estas ideas brillantes, determinarán el metal que cada una merezca.

En cuanto a mi rol, espero cumplirlo bien y hacer un buen papel junto a mis compañeros del jurado para tener un palmarés que nos haga sentir orgullosos, así como también buscaré aprender mucho y conocer gente.

En cuanto a España, poco a poco se está recuperando de los años malos. Cada vez se hace mejor trabajo. Hay otro espíritu y eso se ve reflejado en la comunicación. El año pasado fue un buen año para España, eso la posiciona bien. Pero habrá que pelear, como siempre, con los gigantes de la industria.

La radio nos sigue acompañando en la vida, sobretodo en el coche y por eso sigue teniendo un papel importante. Incluso, un podcast es radio, Spotify también lo es. Mientras tengamos orejas, va a seguir existiendo la posibilidad de seducir a la gente a través de la radio.