Para Tutssel, “Jugar con fuego es la clave” y arriesgarse es el precio que hay que pagar para poder entrar al futuro de la publicidad, en el que la creatividad deberá estar al servicio del entretenimiento del consumidor. El Director Creativo explicó que la función más importante de la publicidad no es ofrecer marcas, sino entretenimiento e información útil basada en el contenido que genera la gente, ya que “es el público el que construye las marcas icónicas”. “La gente no quiere escuchar a las marcas, quiere dialogar con ellas”, indicó el creativo, y agregó: “una de las chispas que enciende a las marcas de fuego arrasador, es la conexión genuina con el consumidor, por eso, “la propuesta es apelar a la red 2.0: una herramienta simple que permite establecer una interacción continua con el usuario y explotar el contenido generado por él”. Además, Tutssel destacó que la creatividad tiene el poder de generar un punto de inflexión en la vida de las personas y causar movimientos culturales a nivel mundial y, como ejemplo de ello, citó el caso de la campaña “Por la belleza real” generada por Ogilvy Canadá, para Dove. Por último, Mark Tutssel volvió a rescatar el papel central que debe ocupar el público y lo fundamental de recompensarlo y llegar a él, porque “si las marcas no logran una verdadera conexión, entonces morirán”. “El éxito en el futuro de la publicidad está en la valentía de los creativos, y sólo lo alcanzarán aquellos que no teman al fracaso y se atrevan a jugar con fuego en los nuevos medios”, concluyó Tutssel.