La idea fue traída a Cine 70 por Álvaro Nadeo y Emilio Díaz, que en ese entonces trabajaban para Pragma. Tenían intenciones de hacer un video para la Comisión Especial de Discapacidad del Congreso, con potencial para que sea viralizado a través de la web. Por eso se optó por un formato de cámara escondida, ya que para que el mensaje se sienta lo menos manipulado posible no debía parecer un comercial.
Para JP, el proceso de dirección fue muy interesante y diferente. Luego de las primeras reuniones se decidió que todas las "víctimas" serían actores, ya que no se quería arriesgar el único día de rodaje en esperar a ver cómo la gente iba a reaccionar. JP comenta: "Queríamos reacciones específicas para que el mensaje llegara de la manera que esperábamos. Esto fue un acierto, ya que cuando quisimos hacerlo con un civil real no siguió el juego. Se asustó mucho y se metió en una tienda, pensaba que le querían robar y llamó a la policía. La decisión correcta fue mantener todo controlado".
En cuanto a los "acosadores", se buscó a personas que hubieran participado en talleres de impro, con quienes se ensayó hasta en tres oportunidades para encontrar el camino de cómo abordar a las "víctimas". Es así que durante el rodaje cada actor tuvo un rol específico para que el abanico de reacciones sea más rico. Y si bien las "victimas" y los "acosadores" eran sembrados, los testigos eran personas comunes y corrientes que pasaban por ahí.
Por otro lado, se les pidió a los camarógrafos que den alternativas voyeur en sus encuadres, para dar la ilusión de que se trataba de una cámara escondida. Por eso todo fue trabajado a dos cámaras, que no sólo debían captar la acción, sino también buscar las reacciones de las personas para darle una mayor veracidad al asunto.
El comercial busca producir un sentimiento de vergüenza ajena al ver a las "víctimas". JP comentó: "A nadie le gustaría que le hagan algo así cuando hace una viveza o comete una infracción, así que través de esta proyección logramos que la gente reflexione y se dé cuenta de que ese tipo de acciones simplemente están mal... No se hace!"
JP contó sorprendido: "Es un comercial que ya tiene un par de años, pero ayer de la nada empecé a ver cómo mucha gente lo posteaba en Facebook. Pensé que era un hecho aislado, pero luego cada vez más gente lo compartía. A mi cuenta de YouTube han llegado muchos comentarios nuevos y está siendo todo un éxito. Esto me hace pensar que deben haber muchos videos ahí guardados que tuvieron su momento y que quizás ahora bajo el nuevo esquema que tiene la gente en las redes sociales, podrían ser virales en potencia".
La importancia de que el comercial se esté viralizando por estas épocas a través de las redes sociales está en que ha ayudado a reabrir el debate sobre la ley a favor de los discapacitados en el Perú. Por eso, el mensaje se siente fresco y da la sensación de que la pieza acabara de salir.