Esta semana comienza a difundirse la producción cinematográfica de Caixa Econômica Federal en homenaje a los 100 años de la inmigración japonesa en Brasil. Creado por Fischer América, con producción de O2 Filmes y dirección del cineasta Heitor Dhalia (de “O Cheiro do Ralo”), el comercial de un minuto es una superproducción que cuenta la historia real de la familia del gerente de una agencia del banco, Bruno Mizusaki, descendiente de inmigrantes japoneses. Para reconstruir la saga de los Mizusaki, desde las cosechas de café de los años 1910 hasta el día de hoy, la producción movilizó un equipo de 100 personas, incluyendo consultores de época, con una cuidadosa dirección de arte que marcó cada una de las cuatro fases de la historia con una tonalidad de color propia. La historia de los Mizusaki fue elegida después de una minuciosa investigación de Fischer y Caixa junto a los funcionarios nipones del banco, que este año patrocinará más de diez eventos relacionados al centenario de la inmigración. Con filmaciones en una granja en Campinas, en las calles del barrio de Liberdade y en el Jardín Japonés del Parque do Ibirapuera, San Pablo, el spot que tiene locución de la actriz Zezé Motta comienza mostrando una fotografía del inmigrante Riichiro Mizusaki y de su mujer, que salieron de Japón en dirección a Brasil para recomenzar su vida desde el café. En seguida son mostradas escenas de japoneses representando a sus descendientes en plantaciones de algodón. La historia continúa con el nieto más viejo de Riichiro en la gran ciudad, donde conoce a una joven profesional y se casa con ella. En San Pablo, la pareja tiene tres hijos. Uno de ellos, Bruno Mizusaki, comenzó a trabajar en la Caixa. De ahí en más, el aviso muestra escenas reales de Bruno en una agencia del banco. La locución habla sobre el orgullo que debe sentir Riichiro por su bisnieto, y finaliza con la frase “Ellos confiaron en Brasil. Y la Caixa confió en ellos, desde el comienzo”. La creatividad es de Pedro Pletitisch y Marcelo Romko, con dirección creativa de Flávio Casarotti y Pedro Cappeletti. La dirección fotográfica es de Ted Abel.