Fue un trabajo de un año. La primera reunión fue en la casa de Chris Martin, el cantante de Coldplay, aún sin una idea concreta. De a poco, y con la ayuda de distintas imágenes impresas, empezaron a encontrar el estilo y el diseño que estaban buscando.
Luego de varias reuniones, Pilar Zeta se lanzó a diseñar los primeros bocetos. La química empezó a emerger entre la artista y la banda, al punto de que la invitaron a Londres al estudio de grabación, donde armaron un rincón especialmente diseñado para que los integrantes de Coldplay pintaran lo que quisieran.
La confianza se fue fortaleciendo, y los músicos llevaron a sus propios hijos al “rincón” para que todos, junto a Zeta, pintaran lo que quisieran. El objetivo era conformar una pieza collage colaborativa. Luego de tres semanas de trabajo, ya tenían una línea para encarar el arte de la tapa.
El último paso se dio en Nueva York, cuando Zeta y Martin se juntaron a ver todo el material que habían producido y le dieron un cierre a la tapa. El resultado fue un juego entre la flor de la vida e imágenes de caleidoscopio, en distintos tonos y colores.
Pero, ¿quién es Pilar Zeta? Ella se define como una “cosmóloga del diseño”. Empezó a dar sus primeros pasos en Miami, donde se estableció como diseñadora gráfica dentro de la comunidad de música electrónica. Siempre como artista independiente, sus obras fueron exhibidas en Londres, Berlín y Moscú.
Actualmente vive en Los Ángeles. “Estoy al servicio de la Geometría, tiene un orden sagrado que es fundamental para cualquier bien diseño”, describe Zeta en referencia a su estilo artístico, y a su modo de vida.