Dirigido en colaboración con Dokuwa Communications y Taiyo Kikaku, el spot muestra a una pareja joven y pobre que sacrifica sus objetos más preciados por amor. Antes, los vemos mirando con nostalgia una vitrina llena de artículos que son inaccesibles para ellos. Llevados por el deseo de darle al otro un símbolo de amor, cada uno decide hacer un sacrificio. En el climax del film, la chica revela que vendió su pelo para comprarle la cadena de su reloj. Luego, él revela que vendió su reloj para comprarle una peineta. La pareja se ríe de la ironía y, reconociendo lo que harían el uno por el otro, se abrazan.
El productor de Flatpack, comentó: “Shaddy se dedicó a alcanzar una auténtica sensación de época europea, por lo que la puesta en escena y los vestuarios tenían que estar enfocados hasta el más mínimo detalle. Nuestro departamento de arte se subió al reto, investigando y encontrando las joyas y relojes perfectas del período, y encontrando los trajes exactos de la clase media baja, brindados por el equipo de Peris, Madrid, para reflejar con precisión el estatus de la joven pareja”.