¿Unilever deja un mercado de 1 billón?
(09/08/07). Unilever está considerando la posibilidad de vender las acciones de su gran mercado de lavandería en Norteamérica, equivalente a 1 billón de dólares. La medida forma parte de un plan para deshacerse de aquellas marcas de baja performance que suman 2.7 billones en ventas mundiales.
Según Patrick Cescau, CEO de la compañía, las marcas dominantes afectadas por la desvinculación serían All, manejada por BBH, New York, y Snuggle, de Lowe New York, con cuentas de 17.5 y 7.6 millones de dólares respectivamente, invertidos en media el año pasado.
Otros allegados, incluyeron a Wisk y Surf, las cuales no tienen agencias registradas.
Por otro lado, los productos de cuidado personal, le dejaron a Unilever un crecimiento mundial de más del 8 por ciento. De todas maneras, el mercado de Estados Unidos, -incluyendo alimentos, bebidas, lavandería y cuidado personal- tiró abajo los logros alcanzados, ya que sólo creció un 3 por ciento.
Unilever anunció que mantendrá las acciones del mercado estadounidense, mientras que el rubro de cuidado personal, siga creciendo.
Los resultados –y las sorprendentes novedades sobre la venta de determinadas marcas- dispararon las acciones de Unilever a más del 4 por ciento en Londres y del 3 por ciento en Estados Unidos.
La reestructuración surgió más allá de que Unilever haya registrado mejores resultados que los esperados en ventas orgánicas. Las acciones estuvieron arriba un 5 por ciento en el segundo cuatrimestre y un 5.8 para la primera mitad del año, por encima de los porcentajes esperados para el largo plazo -del 3 y 5 por ciento.
Por otro lado, el crecimiento de las ganancias por las acciones aumentó un 16 por ciento, (55 centavos) para el segundo cuatrimestre mientras que el gasto en publicidad rozó el monto de las ventas.
“Nuestro negocio es rentable, pero no ha estado creciendo en los últimos años”, expresó Cescau, al tiempo que manifestó que Unilever no planea -necesariamente- una venta integral de acciones, aunque sí considera sociedades y licencias.
Cescau anunció que las desvinculaciones consideradas para los mercados de lavandería de los Estados Unidos -y para otras marcas que aún no fueron reveladas- agregarán 0.4 puntos porcentuales a la tasa de crecimiento de las líneas principales de Unilever.
La categoría de limpieza reduce cerca del diez por ciento (sobre US$ 9 billones) de las ventas en Estados Unidos.
Mientras que la compañía saldría de dicho negocio en Norteamérica, mantendrá sus mejores jugadas en Europa Occidental y aquellas dominantes de los mercados emergentes, como los de Latinoamérica y la India, en los que confía.
En principio, la decisión significaría una victoria para el rival Procter & Gamble Co, aunque podría no serlo si el nuevo dueño de las marcas de Unilever aplica una política más agresiva o si baja los precios.
P&G fue capaz de mantener gastos regulados y graduales en las publicidades de sus marcas de lavandería y –en algunos casos- de reducir costos en los últimos años; al mismo tiempo que seguía ganando acciones. Esto se debió, en parte, gracias a que la competencia de Unilever fue poco agresiva desde que falló al intentar lanzar tabletas de detergente a principios del 2000.
Un campo de batalla clave
El negocio de lavandería norteamericano, estuvo –alguna vez- en disputa entre P&G y Unilever, en particular desde 1960 hasta 1980, cuando Unilever –junto a su marca Wisk- lideraba el camino en productos de limpieza líquidos y expandió su marca Surf a nivel mundial.
Pero, P&G dio batalla al desafío y obtuvo ganancias gracias a los gastos de los últimos cinco años, realizados en función de los nuevos productos para las marcas Tide y Downy.
En los últimos tiempos, Unilever ha disminuido –no detenido- la ganancia de acciones, como consecuencia de la incursión de P&G en el mercado de lavandería.
Colgate-Palmolive Co. Se sumó a las contrariedades de Unilever con las constantes ganancias de su importación mexicana, Suavitel, casi completamente a expensas de Snuggle.
Otros actores importantes en el mercado de lavado de Estados Unidos, - Henkel's Dial y Church & Dwight- consiguieron rentabilidad de marcas como Purex y Arm & Hammer, aún cuando tradicionalmente tuvieron poca publicidad. Ambas compañías, en tanto firmas privadas, son candidatas para a hacerse cargo de las marcas de Unilever.
Colgate dejó el mercado de detergentes en Estados Unidos en 2005, vendiendo los productos a mercados como Phoenix Brands –quién ya había comprado marcas de las que Unilever se había desprendido en los últimos años, como el detergente para vajilla Sunlight.