Hay mil nombres para algo tan cotidiano como ir al baño, pero mostrarlo y verbalizarlo en publicidad suele ser un tabú. Con la llegada de VIPoo, el spray que se aplica antes de ir al baño y evita que los malos olores salgan del WC, se acaba la incomodidad en situaciones diarias y los eufemismos: la nueva campaña anima a no cagarla y a salir “airoso” de situaciones comprometidas.

Bajo el lema “Historias para no cagarla”, tres spots muestran situaciones con las que mujeres y hombres nos podemos sentir identificados: una escapada romántica en una casa pequeña, la primera cena con los suegros y un encuentro en el baño con la jefa en el primer día de trabajo… ¡Situaciones en las que VIPoo ayuda a no cagarla!

Y es que con VIPoo se puede ir al baño sin preocuparse del olor: el aerosol se pulveriza en la taza antes de ir al baño, creando una capa protectora en el agua a base de aceites esenciales que atrapa los malos olores y evita que salgan del WC. Cuando se sale del baño, el único rastro para el olfato que permanece es el de la sutil fragancia del spray. Está disponible en 4 fragancias: frutal, limón, lavanda y fresco.

La nueva campaña ha sido realizada por la agencia creativa Havas y sus piezas se emiten en televisión y soportes digitales. Previamente, el primer spot internacional de VIPoo, emitido en televisión en diciembre, tuvo gran repercusión y generó una gran cantidad de reacciones y comentarios muy divertidos en las redes. Con las nuevas historias, la marca responde de forma creativa a algunas de las inquietudes que los consumidores habían mostrado inicialmente como la forma de la caca; que ahora se muestra en forma de corazón, maletín y pelotas de golf.

“Este spray ha salvado mi matrimonio” o “Un mundo que huele mejor”

La campaña es tan rompedora como el producto que anuncia, que lleva años en otros países y que ha generado opiniones muy divertidas. VIPoo ha devuelto el romanticismo y la harmonía a algunos hogares como el de una consumidora estadounidense que afirma bromeando que “Este spray ha salvado mi matrimonio. Ahora mi marido lo aplica en la taza antes de ir al baño y voilá, todos felices”.