El trabajo desmantela la paradoja de la hiperconexión: si bien "nunca hubo tantos dispositivos, plataformas y promesas técnicas para encontrarse" , la digitalidad multiplica las promesas, pero la economía bloquea las condiciones de realización. El resultado es que "abundan los contactos virtuales pero escasean los encuentros físicos".
Puntos Clave del Informe:
Agotamiento Digital y Frustración Estadística: La promesa de abundancia ilimitada en las aplicaciones de citas se transforma en frustración. El 75% de los usuarios de estas apps experimenta agotamiento, y el 40% lo atribuye a la dificultad de encontrar matches de calidad. El estudio revela que, por cada 100 swipes, hay apenas 1.6 coincidencias, y ese mínimo contacto "rara vez llega al cuerpo".
El Deseo como Métrica: La seducción se ha convertido en una interacción digital administrada, más cercana a la "lógica del inventario" que al encuentro con el otro. El deseo es ahora "cuantificado" y se convierte en una métrica: "Lo que se intercambia ya no es pasión sino validación. Una economía del like que reemplaza la experiencia por el registro".
La Precariedad Material Bloquea el Encuentro: La inestabilidad vital y la precariedad económica son fuerzas activas que erosionan la intimidad. La falta de tiempo, la incertidumbre sobre el futuro, las jornadas extendidas y la imposibilidad de tener vivienda propia "obligan a compartir espacios en los que la intimidad se vuelve imposible". En este contexto, el sexo se percibe como una cuestión de "suerte o lujo".
Síntomas de la Mutación: La baja en la sexualidad es un "síntoma visible de un nuevo régimen de deseo todavía en formación". Los datos lo confirman: El 65% de las consultas en sexología clínica en jóvenes (18-26 años) en el Hospital de Clínicas de Buenos Aires se debe a la falta de deseo sexual.
El consumo de preservativos en Argentina bajó un 10% en 2023, con una proyección de caída del 15% en 2024, en línea con la baja en la frecuencia sexual.
Un 37% de los jóvenes universitarios encuestados afirmó que no establecería un acercamiento sin mediación tecnológica, y un 19% no tiene relaciones sexuales en la actualidad.
El informe concluye que lo que está en juego no es la ausencia de deseo, sino un cambio de régimen donde "el sexo pierde su lugar en el cuerpo como núcleo organizador de la intimidad y se convierte en una opción más entre múltiples formas de contacto, compañía y pertenencia". La intimidad está transitando de estar anclada en cuerpos a ser "mediada por pantallas y administrada bajo la lógica de la gestión económica-transaccional".
En este nuevo paradigma, el cuerpo real, "con su error, su ruido, su vulnerabilidad", se convierte en la última resistencia frente a la administración total del vínculo y el contacto.