We Believers ideó esta campaña gracias a la anécdota de un manager de uno de los locales de la Ciudad de México, quien había notado la cantidad de personas que se dormían unos minutitos luego de la comida.
Motivados por capturar estos momentos, contrataron a un fotógrafo que, durante casi un mes, se dedicó a recorrer cada uno de los restaurantes, sobre todo, a la hora del almuerzo.
Así pudo obtener imágenes de consumidores luego de comer los grandes sándwiches de BK Mex, The Kings Collection. Muchos de esos clientes aceptaron ser imagen del proyecto y, gracias a eso, la campaña comparte las mejores tomas de estos momentos únicos.
Burger King tiene como fin usar estas imágenes en otros países, para seguir promocionando el mismo producto.