Los consumidores emergentes que usan internet forman una nación con más de 80 millones de usuarios en América Latina. La presencia da banda en su medio ya es una realidad, con uso medio semanal de internet bastante elevado.
La investigación de WMcCann, de forma inédita, abordó los diferentes usos de internet para generar rentas, crecer profesionalmente, criar a los hijos, cuidar de la belleza y de la apariencia, construir una buena reputación social, mejorar las finanzas, incrementar la salud y el bienestar, mejorar la casa, cambia el status quo y lo que está errado en la vecindad.
"Hoy en día existen muchos datos sobre donde está la Clase C en internet, cuantas horas navega, o que hace y que herramientas usa. Más, por otro lado, no hay casi nada sobre el propósito de uso. Si no entendemos las grandes motivaciones por detrás de esos números, como conseguiremos desarrollar actividades digitales realmente eficientes para ese segmento? Fue para suplir la inmensa carencia de información al respecto de esos propósitos que realizamos este estudio", explica Aloísio Pinto, Vicepresidente de Planeamiento de WMcCann.
De la compilación del cuestionario que contenía más de doscientas preguntas, surgieron ocho grandes verdades:
Verdad 1: Internet está tornando el sueño del Che Guevara real
El aumento del uso de internet promueve la igualdad social de forma más rápida que el aumento en las ganancias y la calidad de la educación. Actualmente, el nivel de madurez en el uso de internet por la clase media tradicional y por la clase media emergente es bastante parecido. Ambos segmentos están en la adolescencia de uso, siendo las actividades más frecuentes la comunicación, el placer, la interacción y el compartir.
Verdad 2: Ayuda oficial - no siempre es necesaria en la vida, tampoco en la web
El consumidor emergente está desarrollando un alto nivel de autonomía e independencia en el mundo digital. Eso muestra que hay una cultura de "hágalo usted mismo" en formación, pues ellos tienen la percepción de que diversas herramientas están disponibles para todo lo que se precisa. Con esos datos, se percibe que las marcas todavía no encontraron un modo de hacerse indispensables en internet.
Verdad 3: No espere lo obvio. Esta es la tierra del "jogo bonito"
El uso original para el cual las plataformas digitales fueron construidas está siendo bastante modificado. Cuando preguntados si las redes sociales son apenas sobre relacionamientos en sí mismo, los entrevistados informaron que también las utilizan para realizar negocios, para la carrera y la familia, y que los blogs personales son también utilizados para construir una buen imagen. Y es así también con varias más plataformas digitales.Verdad 4: Se vive mejor, más todavía hay mucho por que rezar
Verdad 4: Se vive mejor, más todavía hay mucho por que rezar
Existe espacio para que la indiferencia en relación al marketing digital no sea absoluta. Los muchos propósitos todavía no atendidos plenamente en internet son puertas abiertas para que las marcas construyan vínculos más fervorosos con los consumidores emergentes. Los entrevistados dijeron que les gustaría tener más informaciones sobre nutrición y hábitos alimenticios, de cómo mantener el cuerpo sano y productivo y tener el organismo en perfectas condiciones. Esas son algunos de los innumerables propósitos que todavía no están totalmente satisfechos.
Verdad 5: Mejores padres, mejores hijos
Para los consumidores emergentes, la sensación de seguridad en el ejercicio de la paternidad es vital. Por eso, hicieron de internet un lugar para intercambiar preocupaciones y aprendizajes. Además de eso, existe la idea de que una infancia saludable está directamente ligada a padres mentalmente saludables. Al preguntarle sobre las actividades más frecuentes para criar a los hijos, la clase media típica se preocupa más por el control (42%) y, posteriormente, con la seguridad funcional, la seguridad emocional y la seguridad en el consumo. En tanto el consumidor emergente se preocupa al mismo tiempo por el control y la seguridad emocional (40%) y, en seguida, por la seguridad funcional y con la seguridad en el consumo.
Verdad 6: Internet y sedentarismo no combinan. Jura? Juro!
Los consumidores emergentes ven a lo digital como un aliado para la adopción de hábitos más saludables. Existe la búsqueda de una vida más activa, no solamente por la salud en las góndolas, comprando productos que hacen bien. Una pregunta sobre los tipos de actividades relacionadas a la salud y al bienestar reveló que el 43% de la clase media típica usa internet para hacer elecciones más saludables, y que el 42% la usa para adoptar comportamientos más saludables. En relación al consumidor emergente, 38% usa internet para adoptar comportamientos más saludables, y 37%, para hacer elecciones más saludables.
Verdad 7: Marcas son musas. Pesonas son jueces
En relación a la belleza y la apariencia, existe un claro ciclo de "inspiración y validación" ocurriendo en internet en el que estos dos factores son interdependientes. En cuanto las marcas son el agente que mejor proporciona inspiración, a las personas comunes y su endoso es la mejor fuente para la validación (para tener certeza de que está a la moda).
Verdad 8: Comprar bien es la bella, gerenciar e la fiera
El brillo deslumbrante de una compra bien hecha deja a los consumidores emergentes "ciegos" delante de las otras posibilidades de internet para ayudar en sus finanzas. Gerenciar el dinero, por ejemplo, asusta y aleja a las personas.
Por los datos obtenidos, el estudio concluye que la clase media tradicional y el consumidor emergente ya no son tan diferentes en internet. El consumidor emergente ya piensa en lo digital, y su propósito es que el que guía todo el uso. No son las tecnologías, las redes sociales, o Twitter que determinan como se navega por internet, más las intenciones y los objetivos que las personas tienen. Para terminar, el mensaje para quien pretende ser relevante en el mundo digital y buscar ser significativo, dominando un propósito por el cual las personas batallan y se involucran. Ignorar esos propósitos representa tornarse apenas un caos digital más.