(09/11/07). Un ente regulador de Londres censuró avisos de la refinería Shell que mostraban flores saliendo de las chimeneas de su refinería por considerar que transmitían un mensaje erróneo a la comunidad respecto de la contaminación ambiental.
Los dibujos de los anuncios representaban –según voceros de Shell- una expresión de deseo acerca de cómo quisieran que fuera el mundo en un estado ideal. Además, explicaron que la intención primordial era comunicar las acciones que realizan desde la empresa para evitar la contaminación, como reutilizar el CO2 para contribuir al crecimiento de las flores y construir concreto a partir de los residuos de azufre.
El grupo de protección del medio ambiente Friends of the Earth (Amigos de la Tierra), fue uno de los principales denunciantes ante las autoridades del ASA (Advertising Standards Authority) por el comercial de Shell que lleva el copy “Don't throw anything anyway. There is no away”, un juego de palabras en inglés que parece proponer la idea de que Shell realmente no causa daños al medio ambiente.
Las quejas llovieron al igual que las flores
Junto a la denuncia de Friends of the Earth, se realizaron otras tantas denuncias que argumentaron que el mensaje no representaba realmente los impactos de las actividades de Shell sobre el ambiente.
Por su parte, si bien ASA consideró que los avisos no se prestaban a malas interpretaciones ya que eran “conceptuales y de fantasía”, justificó la censura al explicar que el mensaje alude a que todos los desechos de Shell son reciclados, cuando en realidad sólo es reciclada una parte de ellos y -por lo tanto- no responden a la realidad.
En su defensa, la empresa replicó que -en esencia- la campaña “Throw Away” nunca apuntó a perjudicar el medio ambiente, sino a reeducar a la comunidad y -sin oponerse-, aceptó retirar los anuncios.