- ¿Cómo fue la experiencia de jurar en Cannes?
- Muy fuerte, tensa y rica al mismo tiempo. Estuvimos en un mundo paralelo, todo lo que sucedía afuera nos era ajeno y quedaba en un segundo plano. La relación con los otros jurados implica compartir doce horas diarias. Finalmente volví a casa con la sensación de que la misión estaba cumplida.
- ¿Cómo fue el desempeño de Iberoamérica en Radio?
- Como sabemos, es un festival inglés. Lo que prevalece es el material de ellos porque entienden mejor su humor, el estilo y el lenguaje. Se apoyan mutuamente en silencio. No hay un pacto explícito, es lo que sucede naturalmente por la proximidad cultural. Yo defendí no solo el trabajo brasileño, ya que también había piezas latinas muy inteligentes que no fueron ni siquiera al shortlist y otras que fueron porque peleé por ellas. Creo que los latinoamericanos necesitan unirse, articularse más, de la misma forma que ellos se unen y se muestran solidarios a la hora de apoyar ideas de otros. Tenemos mucho que aprender en ese sector.
- Brasil ganó tres leones en Radio, ¿qué importancia tiene para usted?
- Tengo la sensación de que la misión está cumplida, de no haber decepcionado a los brasileños, de haber luchado por una causa. Porque en el fondo es eso lo que vamos a hacer allá, vamos a mostrarles que pensamos, que somos inteligentes y que tenemos personalidad por lo que no bajamos la cabeza y defendemos con uñas y dientes nuestras piezas que tienen condiciones para ser mejor premiadas. Durante el juzgamiento ellos se divertían mucho con nuestras piezas, pero a la hora de premiarlas tenían un discurso conservador ya que decían "mucho sexo", "humor barato" y cosas por el estilo. O sea, no fueron fieles a sus instintos inmediatos al primer contacto con las piezas. Lo que me quedó es que luché, conseguí un resultado no sorprendente, pero sí esperado, y que pude honrar a Brasil y a Latinoamérica en ese festival en el que el inglés prevalece.
- Después de pasar por Cannes, ¿cuál es para usted la tendencia en radio a nivel mundial?
- El storytelling para mí es un camino interesante si quisiéramos pasar por el filtro del jurado conservador de cultura europea, inglesa, y norteamericana. Hay que contar historias, hacer al público soñar con esas historias. Ese es para mí el camino.