No tener papeles de estadía legal en el país, no llevar en la billetera la green card o transportar en su automóvil a un indocumentado, aunque sea un familiar, se convirtió en un delito este viernes en el estado de Arizona. La gobernadora Jan Brewer promulgó la polémica ley SB 1070 que cinco días antes aprobó la Asamblea de mayoría republicana que entrará en vigor en un plazo de 90 días.
Horas antes, el Presidente Barack Obama había dicho en Washington DC que la ley era "una medida equivocada" y pidió al Congreso acelerar el debate de la reforma migratoria que, para ser aprobada, necesita apoyo bipartidista.
La nueva ley de Arizona afecta directamente a unos 400 mil inmigrantes sin papeles.
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