Fe en la historia; David venció a Goliat.
Fe en poder construir una agencia al servicio de los productos de nuestros clientes y no de su facturación.
Fe en poder trabajar sólo con clientes que respeten nuestro trabajo y que nos vean como "aliados suyos" y no como simples proveedores.
Fe en poder formar un grupo de "voluntarios". La buena publicidad está hecha por ellos,
Fe en poder ayudar a nuestro Chilito a hacer respetar nuestra profesión.
Fe en poder transformar la información en comunicación.
Fe en que aún se está buscando la imagen que valga más que mil palabras.
Fe en que aún no existen personas iguales y tampoco productos iguales.
Fe en que no sabemos cuál es la fórmula para el éxito, pero si sabemos cual es la fórmula segura para el fracaso "intentar complacer a todo el mundo".
Fe en que es más fácil hablar de buena publicidad que hacerla.
Fe en que el logro más grande que se puede conseguir en publicidad es la CREDIBILIDAD. Y nada es más creíble que el producto en sí.
Fe en saber que buscar "ideas nuevas y diferentes" requiere de mucha valentía, el aprobarlas también.
Fe en que uno no puede conseguir buena publicidad sin un buen cliente, pero tampoco puede mantener un buen cliente sin buena publicidad.
Fe en que antes de conseguir una participación de mercado tenemos que conseguir una participación en el corazón del consumidor.
Fe en los clientes que vendrán.
Y Fe en nuestras capacidades para responder con lo mejor que podemos hacer; trabajar, única y exclusivamente, haciendo foco en sus productos.
No hay nada, absolutamente nada en la vida, que se pueda conseguir sin Fe.
Así presenta su agencia Héctor Daniel Orellana González, con 22 años dedicados a trabajar en Publicidad. Y más específicamente en el área creativa. Después de un año y medio de estudiar Ingeniería Civil y darse cuenta que el camino era otro, decide estudiar Publicidad en El Pacífico, donde cinco años más tarde, se titula como mejor alumno de su generación.
Comenzó en Unitrós (hoy Publicis) siendo testigo de cómo celebraban la noticia que llegaba de afuera con el primer Cannes ganado por Chile; el famoso Indio de Firestone.
De este jubiloso comienzo, aprendió que las celebraciones son tan efímeras como el tiempo presente y todo lo que hay en publicidad es trabajo.
También que lo más fuerte que debe enfrentar un publicista es la frustración. Y que los premios son igual de pasajeros.
En estos 22 años de carrera Héctor Orellana a ganado premios en todas las áreas de la publicidad; tv, gráfica, vía pública, radio, mkt directo tanto a nivel nacional como internacional, siendo sus más altos logros tres finalistas en Cannes; dos en televisión y uno en gráfica.
En estos últimos 5 años realizó la Dirección General Creativa de Leo Burnett Chile.
También, durante los últimos diez años, ha sido jurado en reiteradas ocasiones en ACHAP, FIAP, el Ojo de Iberoamérica, The New York Festivals, Festival de Publicidad de Ecuador, Venezuela y Guatemala.
Y ahora, todo un nuevo capítulo por escribir. Eso sí, lleno de Fe.
Su socia es María Eugenia Zelaya Abraham, con más de 16 años de experiencia en el área de marketing y comunicaciones. Primero como "cliente", trabajando como Ejecutiva de marketing de una empresa del Banco de Chile y luego como product manager en el área empresas. En 2000 comienza su trabajo en la agencia de publicidad Leo Burnett como Ejecutiva de cuentas de clientes como Mc Donalds, ING, Laboratorio Chile, Fiat, Asociación de AFP, Visa entre otras, siendo su labor principal la coordinación e implementación de las campañas publicitarias en los diferentes medios.
A partir del año 2003 y hasta la fecha, se desempeñó como Directora de Cuentas sumando bajo su responsabilidad otras cuentas a las que ya manejaba como TresMontes Luchetti, Gasco y Diageo.
Aquí comienza su mayor trabajo, experiencia y contribución a las estrategias comunicacionales, evaluaciones de campañas y la necesaria coordinación e implementación de las mismas, según timing y presupuestos definidos.
Hoy con toda la experiencia ganada, con todos defectos y virtudes de las agencias grandes, decide ir por su propia agencia para hacer realidad un sueño lleno de Fé.
"Por los cambios que se produjeron en Leo Burnett pensamos que era momento de cumplir el sueño de independizarnos. Los dos habíamos trabajado juntos y compartíamos la forma de ver el trabajo, los clientes, coincidíamos mucho y tomamos la decisión de lanzarnos", explicó Zelaya.
Y así lo aclaró Orellana: "Tengo que decirle gracias a Leo Burnett y a Publicis porque por ellos tome la decisión de independizarme y de formar nuestra propia agencia, sin ellos no hubiera tenido este empujón. Queremos aprovechar esta gran oportunidad que se da en el mercado de que le vaya bien a agencias como la nuestra. Queremos salir de las agencias grandes, porque creo que están muy complicadas y lo seguirán estando. Ya no me interesa que pasará con ellas. Tienen como único objetivo, por sobre todo, cumplir metas de facturación y por eso sacrifican todo. Eso es insólito. Estudié publicidad hace 20 años y me encontré con un libro de Leo Burnett y me enamoré de su filosofía, me parecía aplicable a la vida, mas allá de la publicidad me enamore de todo lo que hizo y por eso siempre quise trabajar en la red, alcanzar las estrellas. Cumplí mi sueño".
Con respecto a la situación por la que atraviesa la industria creativa de su país, Orellana sentenció: "Tenemos un problema como industria, la crisis en creatividad no tiene que ver con la crisis económica. Nosotros mismos hemos ido destruyendo nuestro propio negocio, por ejemplo cuando un cliente llama a licitación participan 15 agencias y eso es por poner la facturación por encima de todo. Entonces no solo hay que presentar la creatividad sino las comisiones, hay agencias que están dispuestas a bajarlas para lograr la cuenta. Y a nivel creativo se hace trabajo paralelo para ganar premios. Yo ahora tengo la posibilidad de trabajar día a día para ser conocido por mi trabajo real, si no tengo la posibilidad de hacerme conocido por mis premios truchos. Eso deforma el mercado, la gente no está trabajando para lo que tenemos que trabajar, para los productos, entonces es un gran problema, un problema macro, todos tenemos que trabajar para solucionarlo. El que no lo entiende así deja una gran oportunidad. Si no hay crisis no hay oportunidad porque ahí florece la forma de resolver problemas, de ejercitar el cerebro, creo que no hay que echarle la culpa a la crisis, puede ser que haya que despedir gente, trabajar el doble pero no tiene que ver con la baja de la creatividad".
"Todo tiene que ser un trabajo conjunto. Un buen gerente de Marketing que esté en la misma vereda que la buena creatividad, el hecho es seguir insistiendo a pesar de los rechazos", explicó su socia.
Con todas las ansias puestas en su nuevo proyecto, los creativos explicaron: "Nosotros enfrentaremos esto sin tener que cargar la mochila que cargar las grandes redes, nosotros tenemos toda la sinceridad para enfrentar a los clientes. Este es un sueño también. Hay clientes con lo que queremos trabajar que nos respetan como profesionales y aliados de ellos. En conjunto lo podremos hacer. En publicidad se necesita valentía para hacer buena publicidad, pero también necesita valentía el cliente para aprobarla. El cliente va a tener la publicidad que aprueba. Hay una oportunidad en clientes más chicos porque buscar desafíos pero una vez que el cliente lo hace se da cuenta de suma resultado y así sigue a todo. Acá las grandes tiendas hacen lo mismo. Tendrían que animarse a sacar estoas caras y ponerle contenido, cuando uno lo haga las seguirá el resto. Hay que ser sordo ciego y mudo para darse cuenta de que la forma que tenemos de evaluar la publicidad no sirve. Ante esta situación, las instituciones como la Asociación, creo que más que ellas pueden cambiar se cambiará cuando se logre juntas a las agencias con los clientes y se armen buenas parejas que haga foco en el producto y trabajen para el y saquen al aire el comercial y se arriesguen a hacer algo distinto. Cuando aparece un buen comercial, la gente habla de él. No tenemos que subestimar al consumidor chileno, el gran desafío es empezar a valorar bien a los consumidores y no que una sola cosa es la que entiende independientemente de adonde pertenece".
Con 21 años de experiencia con todo tipo de cliente y producto y la pasión intacta, Héctor tiene un gran respeto por la publicidad y sabe que es un trabajo divertido al cual hay que tomárselo muy en serio. Y María Eugenia con las dos experiencias por estar del lado del cliente da otra visión de lo que se necesita. Es un gran potencial de cómo debe ser la creatividad. Así nace Fe, todo con mucha Fe.