Columnas - Brasil

Dani Ribeiro: Seamos las líderes que tanto deseamos ser

(17/03/23). Compartimos un artículo muy especial para mujeres a cargo de Dani Ribeiro, ECD de Publicis Brasil y una de las pocas mujeres que ocupa este cargo en Brasil. A continuación sus reflexiones importantes que deberían debatirse no solo el 8 de marzo.

Tardé años en darme cuenta de cuánto me había masculinizado para sobrevivir en los departamentos creativos y agencias donde trabajaba, todos dirigidos por hombres blancos. En mi forma de hablar, de vestir, de no mostrar emociones y, en consecuencia, en el trabajo creativo que producía.

Cuando cierro los ojos y retrocedo en el tiempo a una de las muchas comidas o happy hours con mis colegas masculinos, recuerdo que participaba y reproducía bromas y comentarios que tantas veces cosificaban o estereotipaban a las mujeres y, por tanto, a mí misma.

Durante muchos años también creí que era una ventaja ser la única o una de las poquísimas en la creación donde trabajaba. "Ves, tengo tanto talento y soy tan especial que me dejan ser una de ellos".

Casi dos décadas después, aquí estamos, en la semana del Día de la Mujer, recordando hasta qué punto el mercado publicitario sigue siendo masculino, sobre todo en los puestos directivos.

Cuando hablamos entonces de presidencia, las mujeres rondan el 10%.

Hay una expresión para cuando hay igualdad de género en la base, pero no en la cima: paso roto. Intentando equilibrarme con la nuestra, que es enorme, paso de los hechos a los efectos.

En Publicis actualmente el 62% del equipo es femenino. Nuestra cúpula directiva también es femenina, con ellas ocupando el 61% de los puestos directivos -imagino y espero que todas las agencias evolucionen en su número-. Pero tan importante como que una mujer ocupe uno de estos puestos, es que sea capaz de ejercerlo en su integridad e individualidad. Conseguir escapar de la estandarización del liderazgo, aportando pluralidad, empatía y sensibilidad a estos espacios y desempeños. Escuchar de otras mujeres que soy inspiradora cuando me pongo de forma auténtica, defiendo mis puntos de vista con pasión y que mi gestión refleja lo mucho que disfruto de la vida y de las personas me llena de orgullo, aunque no sea un criterio en ninguna de las evaluaciones de desempeño que he realizado en mi vida.

Creo que uno de los mayores impactos de la presencia y el liderazgo femeninos en nuestro mercado actual es garantizar que ninguna mujer -negra, blanca, trans y representantes de otras interseccionalidades- sienta que tiene que dejar de ser quien es para participar en los proyectos más disputados y crecer como profesional. Garantizar que no se pregunte a una candidata en la entrevista si tiene intención de quedarse embarazada en los próximos años. Garantizar que ascenderán más, especialmente las mujeres negras. Que haya otros referentes de gestión además del masculino. Al fin y al cabo, como bien señala bell hooks, "¿cómo puedes convertirte en lo que no puedes imaginar?".

Si el feminismo es una construcción diaria, también lo es el liderazgo femenino, y me alegra mirar a mi alrededor y ver por fin a tantas mujeres increíbles en este viaje conmigo. Hace unos días me emocioné tanto presentando un trabajo que se me quebró la voz. No sólo no lo disimulé ante el equipo y los clientes, sino que pensé: qué gran oportunidad para ser la líder que siempre he querido ser.